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Un total de 1400 fiscalizaciones e intervenciones “para la conservación y protección de los recursos naturales” hechas por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), forman parte del informe de gestión del mandatario. Este punto resaltante lo hizo en medio de un escenario marcado por invasiones a reservas naturales, como la de San Rafael, y la contaminación de importantes cauces hídricos.
El Mades tiene como titular a Ariel Oviedo, quien en los últimos años fue centro de críticas por múltiples episodios, entre ellos el caso de la laguna Cerro, de Limpio, que el año pasado tomó estado público nacional e internacional tras “vestirse” de rojo por una alta contaminación que, de acuerdo a los informes, habría sido provocada por una curtiembre. La intervención de la institución en la zona fue hecha tras la presión de la ciudadanía y de los medios de prensa.
Asimismo, las casi nulas acciones para rescatar al Lago Ypacaraí, como también la situación que atraviesan los cauces hídricos a nivel nacional -entre ellos el Río Paraguay- desnudan la desidia y falta de interés en recuperar y mantener los recursos naturales.
Entre otros puntos, Mario Abdo citó los US$ 50.000.000 otorgados por el Fondo Verde para el Clima a la República del Paraguay para el Proyecto “Pago por Resultados de Emisiones REDD+ por el periodo 2015-2017”, debido a la venta de carbono. Estos recursos deben ser utilizados para financiar la Estrategia Nacional de Bosques para el Crecimiento Sostenible y la puesta en funcionamiento del Fondo Nacional de Cambio Climático. Sin embargo, y con la excusa de que los funcionarios del ente “otorgan servicios en condiciones precarias”, el Mades pretende utilizar US$ 8 millones del fondo para la construcción de un edificio en su sede central.
“Calidad del aire”
Paraguay ya cuenta con su primera estación de monitoreo de calidad del aire en el país, que fue instalada en el Parque Guasu Metropolitano. La estación ya emitió algunos informes, en su mayoría de la capital, pero tiene pendiente visitar otras ciudades en las cuales el sistema de recolección de basura es precario y las quemas de desechos o pastizales están catalogadas como algo “normal”.
Estas quemas “normales” hace que localidades enteras se vistan diariamente de humo, poniendo en riesgo la vida de cientos de personas, sobre todo en medio de esta pandemia de covid, que golpea las vías respiratorias.