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La Línea 38, propiedad de la familia Jiménez, sigue generando quejas de sus usuarios, quienes aseguran que no se cumple con las frecuencias establecidas, en especial en las horas pico. Ante esta situación se viaja hacinados, pese a la prohibición por la pandemia del covid-19.
Los afectados indicaron que deben esperar más de 45 minutos para abordar una unidad, en especial por la mañana temprano y la mayoría llega repletos de pasajeros, sin importar los contagios que se puedan dar por las aglomeraciones.
Muchos de los pasajeros llegan hasta la propia terminal de la ciudad de Ypané para asegurar viajar sentados, pero los buses no salen en la frecuencia establecida y se forman largas colas para abordar las unidades.
“Todos los días sufrimos el mismo problema, tenemos que madrugar para poder llegar a nuestros lugares de trabajo, los empresarios del transporte no cumplen con el protocolo y mucho menos con las frecuencias recomendadas”, expresó el pasajero Carlos Ortiz.
Agregó que muchos conductores alzan más de la cantidad permitida, solo para ayudar a los pasajeros que quieren llegar a sus trabajos a como de lugar, pero otros simplemente los ignora y ya llegan tarde.
Los días domingo y feriados también se tienen inconvenientes para usufructuar el servicio de transporte de pasajeros, porque las unidades que trabajan son escasas y si las autoridades del Viceministerio del Transporte no intervienen este problema persistirá, indicaron.
Llamamos a la parada de Ypané para escuchar la versión de los responsables, pero nadie atiende la línea baja. La empresa es manejada por los hermanos, Edgar Ignacio, Roberto Fernando, Víctor Hugo y Myrian Graciela Jiménez Ayala.