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Al difícil momento que vivimos a causa de la pandemia se suma la automedicación con antibióticos. Pensando que se trata de coronavirus, la gente los toma indiscriminadamente, lo que resulta peligroso porque luego aparecen gérmenes resistentes a ellos.
El Ministerio de Salud, a través de la doctora Viviana de Egea, advirtió que la resistencia a los antimicrobianos no solo pone en peligro la eficacia de los tratamientos, sino también contribuye a prolongar las estancias hospitalarias, incrementar los costos médicos y aumentar la mortalidad.
La automedicación, tomar un antibiótico porque a nuestro hermano, compañero o amigo les hizo bien, no es lo correcto. El doctor Hugo Elías, médico internista, observó que no es lo ideal, ya que el uso innecesario es más un problema que una solución. “Al tomar un antibiótico innecesario se facilita la aparición de bacterias resistentes y para las personas con una infección viral no tiene ningún efecto”.
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Los cuadros respiratorios que se agudizan en el invierno en ambientes cerrados son virales. “Días después puede aparecer en cuadros virales una sobreinfección bacteriana, pero requiere criterios específicos. Hay que ver si hay placas en la garganta, si hay secreción purulenta y entonces hacer un examen”, refirió el profesional de salud.
Muchas veces el paciente tiene diarrea, entonces se realiza el examen de heces, recordó el especialista y agregó que se pide análisis de hemograma, orina, proteínas, pero debe ser realizado con criterio adecuado. “No es parte de la rutina de cualquier cuadro febril”, explicó.
No tome medicamentos sin indicación
También mencionó que lo mismo se aplica al COVID: “No responde al uso de antibióticos, no se recomienda autoadministrarse en forma automática azitromicina y levofloxacina, que son buenos fármacos cuando se tiene sospechas por parámetros de que hay una infección bacteriana agregada el cuadro viral. Sin embargo, no es útil para proteger y lo único que se logra al tomarlos sin prescripción médica es facilitar una infección resistente”.
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En terapia intensiva
Según el galeno, las infecciones en los hospitales por gérmenes en ambientes como en terapia intensiva, donde hay gente con respirador, con procedimientos invasivos, se facilitan las infecciones bacterianas multirresistentes que son muy difíciles de tratar.
Otras infecciones resistentes
Habló de las infecciones urinarias, que muchas veces son resistentes a los antibióticos administrados por vía oral. “Hay que observar cómo evoluciona, ver si el paciente se interna, y otra vez requiere el criterio bien definido”, subrayó.
Mayor control
“Lo ideal es que los antibióticos se vendan de manera controlada, ya que, recordemos, hasta hace unos años se vendían libremente, es un progreso que se exija receta. Aun así, hay muchos que logran adquirirlos”, amplió.
Es un momento muy especial, ya que hay mucha ansiedad de parte de los pacientes y las consultas son telefónicas muchas veces. Hay que explicar al paciente y sus familiares que los antibióticos no previenen enfermedades y el médico tendrá el criterio adecuado y no ceder ante la presión.
Cómo se toma un antibiótico
El profesional médico recordó que el tratamiento hay que completarlo. No se trata de tomar uno o dos días y al tercero abandonar la toma porque uno se siente mejor. “Un tratamiento incompleto facilita que haya recidivas o recaídas, se genera resistencia al germen si fue un tratamiento incompleto”.
El doctor dijo que la mayoría de los antibióticos se absorbe bien, no necesariamente con estómago muy vacío. La mayoría no tiene inconvenientes de presencia o no de alimentos. “Además, hoy se toma una pastilla cada 12 horas o una cada 24 horas”, finalizó.