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Paraguay avanza hacia el invierno, el cual inicia en julio, época de alto riesgo teniendo en cuenta que con dicha estación se da inicio al periodo de sequía, lo que a su vez, trae consigo, la temible práctica de quemazones a la que incurren las personas.
Según el Ministerio de Salud Pública las causas de incendios forestales en su mayoría se relacionan a actividades humanas, como el cambio del uso de tierra, desmonte, mantenimiento de pastizales para ganadería, entre otros.
En zonas periurbanas y urbanas, se registran incendios relacionados a actividad humana como la quema de basura y pastizales, que, junto con las condiciones climáticas como el viento, las escasas precipitaciones y altas temperaturas, puede llegar a propagarse de manera peligrosa y causar daños a la salud de la población.
“Luego de esta semana fría y seca del mes de junio de 2021, ingresaremos de pleno a la temporada de incendios de este año. Aquí les comparto las millones de hectáreas quemadas en Paraguay, sur de Bolivia y Brasil entre 2019 y 2020”, posteó el director de Cambio Climático y Políticas de WWF Paraguay Óscar Rodas en su cuenta de Twitter, acompañando una imagen de la NASA con los focos de incendio en el país y los vecinos, representado con el color rojo.
El 2020 se vio marcado por la cantidad de focos de incendios que se registraban por día, principalmente entre los meses de agosto a diciembre, en todo el país. Solo en la última semana de setiembre, se llegó a más de 17.500 focos de incendio, según la titular de Infona Cristina Goralewski.
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“Y con los incendios, también se manifiestan las sequías extremas, que generan bajantes históricas de nuestros ríos, como el caso del Río Paraguay en el 2020, que tardará años en recuperar su nivel normal”, resaltó Rodas.
<b>Muertes</b>
Aunque las muertes no fueron numerosas, los incendios de pastizales y de bosques se cobraron vidas, como la del bombero voluntario Hugo Javier Silva García quien perdió la vida el 15 de marzo del 2020 en medio de una intensa humareda mientras combatía un incendio de grandes proporciones en Pilar.
En General Bruguez, departamento de Presidente Hayes, otro hombre Nicolás Talentino Ruiz Díaz, alias Chingolo, de 82 años, murió tras quedar atrapado en medio de las llamas en un incendio forestal de grandes proporciones que azotó dicha zona.
<b>¿Qué hizo el Gobierno?</b>
El 1 octubre del 2020 el Congreso sancionó una ley que declaraba en situación de emergencia a todo el territorio nacional como consecuencia de los incendios y los daños ocasionados al ecosistemas y al ambiente. Dicha ley fue promulgada el 5 de octubre y tenía una vigencia de 90 días, es decir hasta enero del 2021.
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La decisión fue tomada de manera a buscar una solución ante el terrible aumento de incendios en todo el país y la imposibilidad de los bomberos voluntarios de cubrir los pedidos de auxilio. Se logró ampliar el presupuesto de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para que transfiera G. 5.000 millones al Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP) de manera a cubrir los gastos que generaba la alta demanda del trabajo de los mismos.
Sin embargo, la constate fue la impunidad para los pirómanos, quienes no fueron molestados por la Fiscalía. Se supo de solo tres imputados por los incendios en el Chaco y uno que habría ocasionado la quema en Cateura que duró por varios días, después nada.
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<b>Récord de calor</b>
Como consecuencia de los incendios, el 26 de setiembre del 2020 se registró el récord de temperatura alta en Paraguay, como en Asunción, que después de seis años batió su récord al alcanzar 42,2°C. Villarrica y San Estanislao rebasaron sus máximas después de 35 años. Villarrica llegó a los 40,5°C (anterior fue de 40,4°) y San Estanislao alcanzó los 40,8°C (anterior fue de 40,6°).
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“Humo que afecta nuestra salud y la del Planeta, llamas que arrasan con los Ecosistemas e Infraestructura. Los incendios forestales siempre ocurrieron en ciertos ecosistemas, pero con el Cambio Climático se rompe el equilibrio natural”, finalizó Rodas.
<b>Rescatistas</b>
En medio de la incertidumbre y mientras los bomberos voluntarios hacían todo lo posible por sofocar las llamas en varias partes del país, recibiendo el apoyo y solidaridad de las personas, como un grupo de jóvenes rescatistas que se sumó a la iniciativa y tras ellos, otros más.
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El equipo de rescatistas de animales silvestres, estaba integrado por Danilo Krause y Hugo Arrúa, de la Granja y Refugio Silvestre Urutaú de Filadelfia, y apoyado por los profesionales Antonin Hnizdil, de Biopark Stit, y el doctor Sebastián Franco, de Spolecnost Laguna, hicieron un análisis tras un recorrido por la zona de Agua Dulce, Bahía Negra, Chovoreca y Hito VII.
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Constataron una “triste realidad”, porque los incendios destruyeron a la fauna y flora de la zona. Hallaron animales calcinados y grandes extensiones de vegetación quemadas.