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Como en cada año, monseñor Mario Melanio Medina celebró una misa en memoria de los fallecidos, 11 campesinos y 6 policías, que desembocó en la destitución del entonces presidente Fernando Lugo a través de un juicio político.
Darío Acosta uno de los dirigentes, comentó que sigue la indefinición sobre la situación de las tierras actualmente, porque el gobierno no entrega dichas tierras a los ocupantes. “Para nos nosotros es muy decepcionante que el Presidente de la República, Mario Abdo Benítez haya vetado nuevamente la ley que salió a favor de las familias ocupantes, eso nos golpeó psicológica y mentalmente”, expresó.
Por otra parte, Guillermina Kanonnikoff, activista social, pidió “justicia para aquellos 17 compatriotas que dieron su sangre en estas tierras, tierra sagrada para nosotros” refirió. “La tierra es un derecho humano, no es un patrimonio de ningún partido y es obligación del gobierno entregar estas tierras a quienes seguimos esperando a 9 años que Marina Cué tenga la legalización de las tierras”, agregó.
Kanonnikoff recordó que en estos momentos, el gobierno está con una propuesta que todavía tiene que ser analizada por los campesinos, que trata sobre las 806 hectáreas que se quiere destinar para los ocupantes actuales. Pero existe otra contrapropuesta de parte de otro grupo de ocupantes de Marina Cué, y trata de las 1748 hectáreas con el bosque incluido, que ellos ellos se comprometen a custodiar. “La lucha va continuar hasta cerrar las 2.000 hectáreas que pertenecen a Marina Cué”, dijo la activista.
A su turno, Martina Paredes, presidenta de la comisión de los familiares de las víctimas, lamentó que el propio Presidente de la República, Mario Abdo Benítez haya venido a mentir en el departamento de Canindeyú, asegurando que se iba a regularizar las tierras, para posteriormente vetar la ley que ya favorecía a los pobladores del lugar.
“Estamos luchando siempre internamente porque las instituciones públicas no están todavía en Marina Cué, actualmente 170 familias ocupan el lugar entre niños y adultos; pedimos las 2.000 hectáreas de tierra que nos pertenece”, expresó.
La dirigencia busca limar asperezas para formar un único bloque para seguir con las reivindicaciones de las familias que ya están asentadas en el lugar. Por una parte, Martina Paredes y Darío Acosta, y por otra parte, los hermanos Castro mantienen un conflicto que se agravó semanas atrás con el cierre del acceso y salida por parte de los seguidores de los Castro, inclusive siendo convocada la policía nacional para intervenir.