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La obesidad es tal vez uno de los factores de riesgo considerados para el covid-19 más presentes en la población paraguaya, ya que de ese 57% que se considera con algún grado de sobrepeso u obesidad, el 33% padece de una franca obesidad, indicó Dra. Sofía Hernegard, funcionaria del Ministerio de Salud. Si bien cada persona puede realizar un cálculo para saber si se encuentra con sobrepeso u obesidad, esto únicamente le sirve para analizar si acude o no a un médico para que certifique dicha condición.
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Cabe recordar que bajo fe de juramento, las personas actualmente habilitadas -de 18 años o más- al momento de inscribirse para la vacunación deben consignar si tiene factores de riesgo, y entre ellos figura la obesidad, pero únicamente un médico puede avalar dicha condición. A diferencia de otras condiciones como las enfermedades respiratorias o inmunodepresoras, donde se exige que el firmante sea un médico especialista en dichas área, Hernegard dijo que para la obesidad, cualquier doctor está certificado.
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Consultada respecto a que esto podría abrir la posibilidad a que cualquier expida los certificados, indicó que lo que el Ministerio de Salud considera es que debe primar la “ética personal” de cada profesional médico.
“Necesitamos ser sencillos y expeditivos para que cualquier médico pueda realizar, no solamente los médicos nutriólogos, esto puede calcularle un ginecólogo, un médico de familia, el geriatra, cualquiera está super calificado para un diagnóstico”, sostuvo y agregó: “Ahí entra a jugar la ética profesional, sos vos poniendo tu sello y firma en un diagnóstico donde avalas lo que acabas de escribir”.
¿Como tener una noción de tu condición?
Un cálculo que se puede realizar la propia persona es medir su índice de masa corporal tomando los datos de su estatura y peso, aunque aclaran que esto no es determinante, ya que un profesional tomaría más factores en cuenta para determinar si una persona sufre o no de obesidad o sobrepeso.
La fórmula utilizada indica que se debe calcular al cuadrado la estatura en metros, ojo, no en centímetros. Es decir, si una persona mide 1,70 metros, se multiplica por dicho número y el resultado en dicho caso sería 2,89. Entonces, el peso de este sujeto imaginario, que podría ser 80 kg. se divide por 2,89, resultando su IMC en 62.
“Lo normal es un índice de masa corporal entre 20 a 25 según este cálculo, 25,01 hasta 29,99 es sobrepeso”, comentó la doctora, que agregó que a partir de 25, se van formando escalas desde el sobrepeso, hasta tres niveles de obesidad. Hizo de todos modos una aclaración importante, que esto no es absoluto, por lo que pidió consultar al médico para tener una panorama real de su condición.
“Este cálculo no podemos usar en con todo el mundo, no podemos usar por ejemplo en embarazadas, en ancianos, en paciente que normalmente tienen mucha retención de líquidos por una razón importante, alguna enfermedad renal no regulada o no podemos usar en personas que tienen mucha masa muscular, por ejemplo la gente que se dedica al fisicoculturismo, entonces se aconseja acompañar este cálculo en la consulta con otros datos”, acotó
Niños, aún más particulares
Otro caso más difícil aún de estandarizar es el de los niños, ya que este cálculo anteriormente considerado no se aplica a etapas de crecimiento. En dichos casos, más bien hay parámetros según el desarrollo y los meses o años del niño.
Para estos casos, el pediatra es el más indicado para tomar las medidas y determinar si un niño está con sobrepeso. Recordó que la obesidad infantil es cada vez más frecuentes y en todo caso pidió inculcar a los niños hábitos de alimentación saludable y ejercicio físico.
¿Cómo reducir este factor de riesgo?
Hernegard recordó que la obesidad es una enfermedad progresiva, de la cual uno se va dando cuenta a medida que pasa el tiempo, ya sea comparando fotos antiguas o ropa que anteriormente se usaba y ahora ya no te queda. Insistió en que el responsable no siempre es la actitud de la persona, ya que incluso puede haber una diversidad de factores biológicos o psicológicos que pueden influir en llevar a alguien al sobrepeso.
No obstante, hay una variedad de formas de revertir dicha condición, desde los hábitos de consumo saludables, a lo cuales no quiso llamar dietas por la connotación restrictiva y de rechazo que genera en el paciente, hasta la operaciones. Indicó que en el sistema de Salud Pública, al menos en los hospitales de Asunción y los ubicados en las cabeceras departamentales hay servicios de nutrición.
Alcohol, ¿si o no?
Tal vez una de las preguntas más recurrentes en los adultos es si es necesario volverse abstemio cuando se busca salir del sobrepeso. Para Hernegard realmente no es necesario, ya la pregunta más bien sería, ¿Cuánto y de qué tipo?.
La misma explicó que hay varios tipos de bebidas alcohólicas, que por su contenido de azúcar por ejemplo pueden ser más o menos recomendables. Ejemplificó diciendo que no es lo mismo un gin tonic que una piña colada, teniendo esta última más calorías. De todos modos insistió que lo más importante son las cantidades, sobre todo considerando de que se puede dar el gusto una vez a la semana, no una vez al día.