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Von Lucken, investigador y doctor en informática, hizo un análisis con datos del Ministerio de Salud y los compartió a través de su cuenta de Twitter. Se refirió a los datos que son publicados diariamente por la cartera de Estado y señaló que en el documento de Registro de Fallecidos por COVID-19, se actualiza esa información proveyendo al público, además de la fecha de divulgación, la “fecha de óbito” (fecha real del fallecimiento). Es mediante ese dato que se pudo identificar que los decesos fueron ascendiendo en número tiempo antes de que se haya comprobado que algunos fallecimientos se dieron por covid.
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Recordó que desde el inicio de la pandemia, se había comentado acerca de que los datos publicados en el día, correspondían en realidad a números registrados más de una semana atrás. Según Von Lucken, estos atrasos se deben a diversos factores. “Al informar la fecha de óbito, se puede hacer un calculo sobre cuantos fallecidos hubo en fechas previas. Estos datos se van actualizando día a día”, señala en uno de sus twits.
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El profesional analizó varios gráficos estadísticos del Ministerio de Salud. “Considerando el promedio de los últimos 7 días, algunos de los valores van con la actualización 4 semanas atrás. Las actualizaciones ocurren hasta varias semanas después, en promedio 8.5 días. Lamentablemente cuando ocurren es casi siempre ajustando hacia arriba”, señala sobre uno de los gráficos.
Considera también, que además del hecho de que el atraso suele ser de 8.5 días en promedio, con los servicios saturados, los números han subido considerablemente.
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Por lo tanto, los números de fallecidos ya habían subiendo considerablemente con anterioridad, pero ahora, con el colapso de los hospitales, la falta de insumos, camas de terapia, etc, la crisis se ve más acentuada.