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El pedrojuanino Faustino Ramón Aguayo Cabañas se había presentado el jueves 27 de mayo anterior ante el juez Penal de Garantías, Mirko Valinotti, quien decretó su prisión preventiva en la cárcel de la capital del Amambay.
Sin embargo, por una cuestión de disponibilidad de plazas, el “capo” de las drogas fue remitido inicialmente a la antigua prisión de Emboscada y recién ayer fue remitido a la penitenciaría de Pedro Juan Caballero.
El fiscal de la causa, Deny Yoon Pak, fue avisado en tiempo y forma de la entrega de Aguayo Cabañas, pero aparentemente el agente del Ministerio Público se guardó la relevante información para él solo.
Extrañamente, ninguna de las unidades de élite de la Policía Nacional supo de la entrega del narco y la propia Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) recién ayer se enteró de ello, cuando Aguayo ya había llegado al penal fronterizo.
El principal objetivo
Ramón Aguayo, como es conocido, era el principal objetivo de la Senad desde el 26 de agosto de 2019, cuando los antidrogas difundieron por primera vez su identidad, inmediatamente después de la incautación de 388 kilos de cocaína en el municipio de Puentesiño, departamento de Concepción.
La citada secretaría de Estado le atribuyó también a Aguayo el megacargamento de 2.190 kilos de cocaína requisado en Yby Yaú seis meses antes, el 6 de febrero de 2019, y el alijo de 381 kilos de cocaína confiscado en Puentesiño el 24 de enero de ese mismo año. Es decir, en los tres operativos de la Senad aquel año 2019, la estructura de Aguayo perdió casi tres toneladas de cocaína.
Luego de aquellas incautaciones sucesivas, la Senad pasó a la siguiente fase de su investigación, a la que denominaron operación “Dignidad”, que a su vez se ejecutó el 24 de setiembre de 2019, cuando fueron apresados nueve policías que supuestamente daban cobertura a la red de Aguayo para descargar la cocaína que importaba de Bolivia y hacer llegar la droga a los depósitos de la organización.
Deja solo a “Barón Escurra”
Con su presentación ante la justicia, Faustino Ramón Aguayo dejó ahora al badeño Felipe Escurra Rodríguez, alias Barón Escurra, como el narcotraficante más buscado del Paraguay.
Así como Aguayo era el más buscado de la Senad, Escurra lo sigue siendo de la Policía Nacional.
Barón Escurra había sido capturado por la Senad en 2016 y liberado al año siguiente por el entonces juez Leonjino Benítez, quien después de eso fue echado del cargo.
Escurra actualmente es el verdadero “gobernador” de Capitán Bado, donde controla incluso a los policías locales que le brindan protección.