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“Han aumentado más del 1.000% los casos de pronografía infantil y si bien es cierto que esto también se debe a que los niños y adolescentes están cada vez más tiempo con la tecnología... los padres trabajan y no existe un control de parte de padres respecto al uso de la tecnología”, indicó Irma Llano, quien tiene el criterio de que los padres deben tener un control estricto sobre todo lo que hagan los niños en internet.
“¿De qué privacidad podemos hablar cuando se trata de un niño o niña? ¿Acaso no le revisamos la mochila cuando se va a la casa de alguien? ¿No le llevamos, no le traemos? Ellos todavía no pueden tener una privacidad si son niños, todavía no tienen una maduración, todavía no son conscientes de la real maldad que hay en el mundo y lo que es una personas adulta capaz de hacer, y más para obtener su objetivo que en este caso es aprovecharse”, afirmó la fiscala.
De hecho, indicó que no solo se debe educar a los niños para el uso responsable de la tecnología, sino también a los padres para que conozcan las herramientas de control parental existentes. “Es importante que nosotros también aprendamos y tengamos un conocimiento para estar a la vanguardia” sobre los avances tecnológicos, pero también no dudar en asumir un “mayor compromiso de parte de los adultos y poner el control parental y ver quiénes son sus amigos, los perfiles, preguntarles, tomar hasta decisiones firmes”, señaló.
Insistió en que confiar solo en los niños no es suficientes, debido a la habilidad de los delincuentes. “Es como que tengas una casa, donde le dejás a tu hijo adentro pero le dejás la ventana abierta; cualquiera va a entrar, es la misma cosa”, referenció.
Desde políticos hasta “fantasmas”
Llano, quien también participó del operativo Luz de Infancia, donde se detuvo entre otras personas al precandidato a concejal municipal de Encarnación por la ANR, Rubén Otazú, a quien de hecho hoy imputó, indicó que los acechadores pueden tener cualquier apariencia, como el caso de este aspirante a concejal como también de personas ficticias, que ni siquiera residen en el país.
Por ello insistió en dialogar con los niños, a que no caigan en amenazas, ya que muchas veces incurren al chantaje para obtener fotografías o videos, amenazándolos con hacerles daño a los padres o divulgar imágenes comprometedoras sobre los mismos. La mejor salida siempre es denunciar estos casos, recordó.
También alertó que no hay ninguna diferencia en cuanto al género de las víctimas, e incluso apuntó: “Últimamente hay que cuidarle más a los varones que a las niñas”.