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Édgar Da Costa es por estos días el más claro ejemplo de que hay algo más que las personas podemos hacer además de quejarnos cruzadas de brazos.
En medio de un doloroso contexto sanitario y el colapso que la pandemia trajo consigo, con más de 10.000 paraguayos muertos y hospitales abarrotados, Da Costa decidió encontrar esa pequeña luz de esperanza en medio de la oscuridad y hacer algo por sus propios medios, dentro de sus quizás limitados recursos, pero que está ayudando a numerosas personas.
Este ciudadano se dio a la sencilla tarea de habilitar su número de celular, el (0984) 830-000, y poner su vehículo a disposición. No pasó mucho tiempo para que personas mayores y con discapacidades, de diferentes lugares de Asunción y el departamento Central, comenzaran a llamarlo.
Hoy, gracias a su noble gesto, varios adultos mayores que llevaban tiempo queriendo vacunarse y no tenían la posibilidad de acercarse a los lugares que les correspondían pudieron inmunizarse. Todos se muestran infinitamente agradecidos con este ciudadano.
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Solidaridad familiar
Esta mañana, desde la Secretaría Nacional de Deportes, Édgar Da Costa comentó que también está siendo ayudado por sus dos hijos: Giuliano (25) y Gonzalo (19), quienes a su vez pusieron a disposición sus coches para poder hacer más traslados
Contó que la organización que ellos crearon, llamada “Padrinos para salvar vidas”, está trabajando desde hace aproximadamente tres meses, principalmente donando medicamentos a pacientes de COVID-19.
Pero hace unos días le contactó una amiga paraguaya residente en Estados Unidos, manifestándole la preocupación porque numerosos adultos mayores no están acudiendo a los vacunatorios por falta de movilidad.
La compatriota, llamada Muna Anajas, le propuso a Édgar hacer algo al respecto para ayudar a los abuelitos.
A qué número llamar para pedir un traslado con el Padrimóvil
En pocos días se organizaron y el lunes lanzaron la campaña en las redes sociales. La difusión fue muy veloz y ayer, lunes, en el primer día, llegaron a contabilizar 400 llamadas.
Al llamar, muchas personas preguntan si es cierto lo del traslado gratuito, pues la gente teme a las falsas noticias y a la inseguridad.
Ese martes se hizo el primer viaje y, mientras las llamadas no cesen, la actividad es imparable. Advirtió que el único número disponible es el (0984) 830-000, con el objetivo de evitar avivadas y mentiras, pues deben garantizar la seguridad de los adultos mayores.
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Dijo que está abierto a que más conductores se sumen, de manera a abarcar a más gente que necesite el servicio gratuito.
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Tienen en mente la idea de que esta iniciativa se replique y que en cada lugar donde haya un vacunatorio estén personas voluntarias que donen su tiempo y su combustible, porque hay una gran necesidad en la sociedad, “y estamos para ayudarnos entre todos”, expresó Édgar.
Muchos querían vacunarse y no podían
Doña Graciela Battilana, una de las primeras usuarias que hoy pudieron utilizar el servicio, contó que a sus 60 años desde hace mucho quería vacunarse. Finamente, el agendamiento le tocó hoy, pero su hijo por motivos de trabajo recién el fin de semana podría acercarla, por lo que llamó al teléfono que vio en el flyer y Da Costa le comunicó que sin inconvenientes podría buscarla esta mañana.
Ahora, la mujer está muy feliz, pues ya pudo acceder a su primera dosis.
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Rosita Battilana, conocida deportista y campeona mundial de taekwondo, también estuvo presente en la SND, pidiendo que se habiliten ya las vacunas para las personas con discapacidad.
Otra entrevistada, Margarita González, comentó que tenía que haberse vacunado hace dos semanas, hasta que anoche una sobrina le comentó sobre el servicio y se comunicó con algunas dudas, pero finalmente se convenció de que Édgar estaba haciendo un servicio real y solidario.