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LUQUE (Gladys Villalba, corresponsal). Una majestuosa alfombra de pétalos de flores y semillas cubrió el caminero principal del Santuario Virgen del Rosario de Luque durante la celebración de la solemnidad de Corpus Christi. El cura rector del Santuario Virgen del Rosario, monseñor Enrique Meyer, señaló que el maravilloso trabajo realizado por veintiún grupos y movimientos de la comunidad pastoral es un símbolo que representa la unión y el amor a Cristo.
La colorida y larga alfombra dio la bienvenida a los contados feligreses que asistieron a las celebraciones eucarísticas “en modo covid-19” en el Santuario de Luque.
El claro mensaje del religioso fue servir y entregar lo mejor de cada uno a los más necesitados, tal como Jesús lo hizo durante su paso por la tierra.
“Tenemos que dar nuestra vida como Jesús lo hizo. A través de la comunión él viene a sacar de nuestro corazón ese egoísmo y viene a unirnos a todos como miembros de una misma comunidad. Entonces, el testimonio que debemos dar es el del amor y la humildad, sin orgullo y egoísmo, de entrega total. Debemos ser agradecidos”, manifestó monseñor Enrique Meyer durante su homilía.
“En la solemnidad del Corpus Christi le tenemos ahí a Jesús, que quiso permanecer todos los días con nosotros para acompañarnos. Él dijo: ‘Yo voy a estar con ustedes todos los días hasta el fin del mundo’; y eso Jesús lo cumple, principalmente cuando se queda y está presente en la hostia, que es su cuerpo y en el vino que es su sangre, y es nuestro alimento para acompañarnos en nuestra peregrinación aquí en la tierra”, subrayó.
Instó a la comunidad católica a acercarse más a la Iglesia en los tiempos difíciles de la pandemia.