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Sequera señaló esta mañana que los porcentajes de fallecimientos son siempre similares en el país, pese al aumento de los números de casos. Aunque destacó que entre enero y diciembre el 35% del total de muertes se encontraba internado en terapia intensiva.
Hoy, ese número bajó un poco y se encuentra en el orden del 18%. Sin embargo, aumentó el número de fallecidos en salas de internación normal o las conocidas terapizadas, que ya está en torno al 80% del total.
Ese grupo está integrado por esas personas que a diario denuncian en redes sociales que no pueden encontrar un lugar en terapia intensiva para sus seres queridos, quienes se encadenan frente al Ministerio de Salud o se manifiestan en los distintos hospitales por la poca cantidad de lugares en UTI.
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El Ministerio de Salud alega que la capacidad de camas de cuidados intensivos ya está en su límite, teniendo en cuenta la disponibilidad de personal de blanco capacitado. Sin embargo, la ciudadanía sigue reclamando la necesidad de contratar a más personas o pedir ayuda extranjera para suplir las necesidades.
En algunos nosocomios del país donde hay menos de 8 camas sí se viene instalando algunos lugares más, porque ese es el límite que puede atender un solo personal de guardia.
Por otra parte, también cabe mencionar otro de los datos brindados por Sequera: el 2% de las personas mueren sin siquiera llegar a los hospitales, muchos en sus domicilios o quizás en el momento del traslado hasta el hospital.
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Según los datos del informe epidemiológico de la semana pasada, se habían registrado 151 muertes por COVID-19 ocurridas en domicilio, durante el traslado, en la vía pública u hogares de ancianos.
Por ejemplo, en el Hogar de Ancianos Santo Domingo se registraron varios decesos de abuelitos que no encontraban lugar en los hospitales y solo eran asistidos por las enfermeras de la organización benéfica.
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