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CONCEPCIÓN (Aldo Javier Rojas, corresponsal). Familiares que acompañan a sus seres queridos, internados en terapia intensiva del centro sanitario, denunciaron que los médicos de ese servicio les dieron la mala noticia de que la provisión de oxígeno solo estaba asegurada hasta la tarde del sábado. Momentos de desesperación se vivieron en el sitio, en tanto que quienes contaban con recursos económicos gestionaron de forma particular la adquisición de balones de oxígeno para sus enfermos.
Una de las personas apostadas en el hospital, con un ser querido en internación, informó de la situación a través de su perfil de Facebook.
Tras tener conocimiento de las denuncias, intentamos contar con la versión del director del Hospital Regional de Concepción, doctor Samuel Pérez, pero este no atendió a nuestras llamadas ni respondió los mensajes.
Compra
Ante el inminente desabastecimiento, los familiares gestionaron por medios propios la compra del insumo a modo de que sus enfermos no se vean afectados.
Hubo gente que de forma urgente compró balones e hizo recargas en Pedro Juan Caballero (PJC), de firmas privadas que ofrecen el producto. No se precisó el monto pagado ni de la recarga.
Actualmente hay 6 pacientes que están internados en la Unidad de Terapia Intensiva en el mencionado nosocomio.
Una situación que se presentó también es que, las familias se ingeniaron y por un balón de oxígeno conectaron un artefacto al cual conectaron a su vez dos tubos para así oxigenar a dos personas al mismo tiempo.
Algunos de los familiares de pacientes calificaron la situación como genocidio.
Retraso
El director de Insumos Estratégicos en Salud, Derlis León, señaló a la 730 AM, que la empresa “Gasmetal”, que recarga el tanque de oxígeno del hospital de Concepción, avisó al director del centro que no iba a poder realizar la recarga de la tarde, por lo que tuvieron que ver otro vehículo que pueda transportar, de otra empresa, que salió recién en horas de la tarde.
Así también, ante esta situación la cartera sanitaria gestionó el envío de 40 balones, vía aérea, con el apoyo de la Fuerza Aérea, para sostener la provisión del insumo. El viaje por avión fue de 45 minutos, mientras que por tierra se calculó unas cinco horas.