Ataques de sicarios en Cap. Bado dejan tres fallecidos

Al menos tres personas perdieron la vida ayer durante sendos ataques producidos en horas de la mañana en la ciudad de de Capitán Bado, al sur del departamento de Amambay. Uno de los asesinados era un precandidato a concejal municipal por un movimiento del Partido Colorado.

La camioneta del precandidato colorado Óscar Rafael Pereira Giménez fue rociada por las balas.
La camioneta del precandidato colorado Óscar Rafael Pereira Giménez fue rociada por las balas.Archivo, ABC Color

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PEDRO JUAN CABALLERO (Gilberto Ruiz Díaz, corresponsal). El primer ataque se produjo cerca de las 10:30 en la entrada a la ciudad y dejó un saldo de dos muertos. Las víctimas fatales resultaron ser Óscar Rafael Pereira Giménez (33), quien era precandidato suplente a concejal municipal de Capitán Bado por el movimiento Concordia Colorada, y Alejandro Riveros Vargas (25).

Ambos se movilizaban por el acceso a la ciudad en una camioneta Toyota Hilux gris plateado, cuando se aproximaron a ellos dos hombres a bordo de una motocicleta, quienes abrieron fuego contra el vehículo y sus ocupantes.

Aparentemente, el conductor del rodado hizo una maniobra para chocar contra sus atacantes, logrando impactar por el biciclo.

En la huida, cayó el casco de uno de los sicarios, así como también una bota de color marrón y de la chapa 620 YAF. Según los datos del Registro del Automotor la matrícula pertenece a una motocicleta Taiga TL-200 y está inscripta a nombre de Emigdia Duré Ramoa, domiciliada en Capitán Bado.

La tercera víctima

Minutos después del atentado, otro sicario mató a tiros a Richard González Riveros, quien es primo de Alejandro Riveros Vargas. Fue en el barrio San Roque de la ciudad, a escasas cinco cuadras del lugar del primer ataque.

Un testigo que estaba con él afirmó que ambos llegaron a una agencia de encomiendas a bordo de un automóvil Fiat Palio, de color gris y con chapa del municipio brasileño de Coronel Sapucaia, vecina a Capitán Bado.

El testigo descendió de su vehículo para retirar una encomienda, mientras que González Riveros permaneció en el móvil. De repente, escuchó el ruido de unos disparos y cuando salió a verificar vio a González Riveros que forcejeaba con un sicario en plena calle.

Señaló que durante el forcejeo, el asesino le disparó con una pistola calibre 9 milímetros y tras consumar el homicidio abordó una camioneta Mitsubishi L-200 de color rojo y huyó raudamente, posiblemente hacia el lado brasileño de la frontera.

Los crímenes por encargo se han acrecentado en Capitán Bado y su causa apunta a ajustes entre narcos.

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