Cargando...
En la semana última se ha confirmado la suba en el precio de los combustibles en G. 400, siendo el segundo ajuste que se da en el año en este rubro. Sin embargo, este producto además arrastra a otros bienes y servicios de la canasta, por lo que economistas esperan una mayor presión inflacionaria en los próximos meses. A este incremento, también debe agregarse el inminente reajuste del salario mínimo en alrededor de G. 55.000.
Al respecto, el economista jefe del Banco Central del Paraguay (BCP) Miguel Mora indicó que la canasta ya viene absorbiendo presiones inflacionarias debido al aumento de precios de los commodities, lo cual ya viene afectando a la inflación desde el año pasado, tanto por el lado de los commodities agrícolas como no agrícolas (petróleo).
Por tanto, gran parte de los anteriores ajustes en los combustibles ya han impactado al IPC, principalmente a inicios de año en el caso de los combustibles. Cabe señalar que en febrero también había incrementado el precio del gasoíl en G. 400.
Efectos directos e indirectos
En cuanto a estos nuevos ajustes en los combustibles y el eventual aumento del salario mínimo, tendrán su impacto en el IPC en forma directa e indirecta, y esta última por el lado de los costos de producción, detalló Mora. No obstante, agregó que en la última proyección de la inflación, publicado en el Informe de Política Monetaria (IpoM) de marzo 2021, ya se habían contemplado estos escenarios. “De hecho, nuestro cierre de inflación total del año es un tanto mayor al de otros pronósticos sobre inflación publicada por otras entidades”, sostuvo Mora.
Las expectativas de inflación para el horizonte de política monetaria permanecen ancladas al objetivo del 4%, según lo indicado en el IpoM del mes de abril.
Incidirá en los costos
A su vez el analista Stan Cannova también se refirió a los impactos que traerá la suba de precios del combustible en la canasta básica. Explicó que el combustible es un producto demasiado sensible dentro de la economía de un país, ya que toda empresa necesita logística para mover los bienes de consumo. “Eso pasa con el combustible, que cualquier aumento termina afectando directamente en los costos y y cualquier empresa sea distribuidora, tienda, debe trasladar ese costo al precio final de los productos y se creará un efecto inflacionario”, precisó. A lo que agregó que se espera por este efecto que se dé una remarcación de precios a un corto plazo.
Sobre el aumento del salario mínimo, se esperaría que la suba venga a balancear estos costos, pero que esto no se da en la práctica.
Detalló que esto se debe a que el SM y el jornal mínimo son bases imponibles para varias tasas, impuestos, etc., que se remarcan cada vez que un reajuste y también se espera que tenga su impacto en otros servicios que basan sus costos sobre estas variables. “Tal vez sea una especie de consuelo para el consumidor, pero en términos macro no será así”.
Aún con este escenario de incrementos en los productos y servicios de la canasta básica, Cannova espera que el IPC esté dentro del objetivo meta del 4% o incluso por debajo.
Con mayor efecto en los niveles de bajos ingresos
El analista financiero Amílcar Ferreira también se refirió a los efectos inflacionarios derivados de la suba de precios de combustibles y el salario mínimo.
El profesional detalló que el combustible es un insumo que es transversal a todos los otros sectores de la economía, es una parte de la estructura de costo de todas las empresas, por lo que de seguro tendrá impacto en los demás precios de la canasta.
Al respecto, mencionó que el primer sector que va a presionar y reajustar su precio es el transporte (aunque por ahora el Gobierno decidió que no habrá ajuste del pasaje) y a partir de ahí esos otros sectores también. “Yo estimo que en 60 días vamos ir viendo el impacto inflacionario en los demás productos”, refirió Ferreira.
Acotó que una parte de ese impacto inflacionario lo vamos a ver en la medición de mayo, mientras que el efecto completo se va ver en junio por el reajuste de precios de la economía como resultado del aumento del precio de los combustibles.
Según Ferreira, estas subas golpean especialmente a los niveles de más bajos ingresos, le quita poder de compra, ya que la inflación erosiona el poder adquisitivo de los consumidores. “Si uno podía comprar una cantidad de bienes por un millón de guaraníes, después de este reajuste ya no vas a poder la misma cantidad de bienes y servicios”, detalló.
Además, con el inminente reajuste del salario mínimo, se combinan ambas variables casi al mismo tiempo, que tienen su impacto en la estructura de costos y seguramente se van a trasladar a precios. No obstante, sostiene que a pesar de las presiones inflacionarias que se van a dar, se llegará a la meta cercana al 4% de variación al cierre del año.
Ajuste del mínimo depende del IPC
Karina Gómez, directora de Trabajo y presidenta del Consejo Nacional del Salario Mínimo (Conasam), indicó que el reajuste dependerá de la posición que adopten los empresarios y representantes de trabajadores. La Ley establece el estudio y posibilidad de ajuste según la variación interanual del Índice de Precios del Consumidor (IPC), que al mes de abril fue del 2,5%. Independientemente a que el año pasado no hubo ajuste, ahora se estudiará considerando la variación interanual desde junio de 2020, por lo que aguardan los datos del BCP, precisó Gómez. La decisión se conocerá en los primeros días de junio.