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Eduardo Paredes, de 66 años. Resaltó la desorganización
Eduardo Paredes fue a vacunarse a las 7:00 y se encontró con que no había vacunas. “Pedían que busquemos otro vacunatorio, pero cómo, si uno no tiene movilidad. Entonces me fui a mi casa, hasta que mi prima me avisó que estaban las vacunas y volví. Después anunciaron que las vacunas no iban a llegar antes de las 12:00. Y nuevamente dijeron que estaban llegando, hasta que finalmente trajeron”, detalló.
Celaida Luque, 70 años. Se vacunó por su nieto
“Una hija mía falleció, van a hacer dos años, de influenza. Ella no se llegó a vacunar. Y me dejó un bebé de 8 meses. Sé lo que es el valor de una vacuna”, cuenta Celaida Luque. Aunque ella debió aguardar varias horas para que lleguen las vacunas al Fomento de barrio Obrero, estaba feliz. “Mi nieto es mi razón de vivir. Por él y por mi hijo me quiero vacunar. Tengo ganas de vivir por mi nieto”, dice.
María Teresa Brizuela, 69 años. Recorrió vacunatorios
“Como acá (barrio Obrero) se terminaron las vacunas, me fui al Hospital Militar y ahí ya no había. Entonces con un amigo volví a pasar por acá por las dudas y justo me dijeron que en ese momento estaban llegando las vacunas”, contó Teresa Brizuela. Tras el trajinar, estaba contenta de finalmente acceder al biológico, “no solamente por mí, sino por mi familia, mi hermana, mis nietos y mis hijos”.
Budelio Martínez (77) fue con su señora Gregoria Rovira (67)
Budelio Martínez y Gregoria Rovira fueron juntos hasta el vacunatorio del barrio Obrero. Son de la Chacarita, donde no hay un puesto de inmunización dijeron. Don Budelio dijo que para inmunizarse, “hay que esperar; luchar por la vida”. Gregoria, conocida por bailar la “galopera”, explicó que tiene una hernia y le urgía vacunarse para poder viajar a Buenos Aires, Argentina, donde debe operarse.
Hipólita Torales Cardozo, de 66 años. Tenía “esperanza”
Hipólita Torales llegó a las 7:00 al Fomento de barrio Obrero. Contó que le cansó esperar, sin siquiera tomar agua y con incertidumbre. “Yo tenía la esperanza de vacunarme”, señaló. Explicó que en principio le dijeron que no había dosis, después que sí y luego que le llevarían a otro lugar en bus. “La gente protestó. Y entre protesta y protesta, llegaron las vacunas”, resumió la señora tras recibir su dosis.
María Isabel Benítez (67). Pide vacunas para todos
María Isabel Benítez llegó al vacunatorio de barrio Obrero a las 6:00. Le dijeron que no había vacunas y volvió a su casa, pero luego escuchó en televisión que sí habían y volvió. Contó la odisea que pasaron en el Fomento, incluida la intención de llevarlos en bus a otro lugar. Finalmente los biológicos aparecieron y a las 11:00 ella se vacunó. “Ojalá traigan más vacunas y que todos se puedan vacunar”, deseó la mujer.