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El responsable de la Prefectura Naval zona Ayolas, prefecto Emeterio Miranda, manifestó que la altura del agua del río Paraná está por debajo de 0 cm y no se puede realizar la lectura de la escala situado en el puerto local. A finales de la semana pasada se registró una altura de 25 cm, pero desde el domingo descendió hasta quedar por debajo del nivel que permite la lectura del hidrómetro. La altura normal es 1, 80 cm.
La situación por el momento no afecta la navegación de pequeñas embarcaciones porque en su mayoría se movilizan con conocedores de la zona, pero sí repercute negativamente en la actividad pesquera ya sea comercial o turística. También el movimiento turístico se ve afectado porque no se les permite adentrarse en el río si no están acompañados de un baqueano. Lanchas de mediano y gran porte es muy difícil que puedan navegar fuera del canal.
Por otro lado, agregó que tiene conocimiento de que el Gobierno nacional está realizando tratativas como en otros años para lograr que represas ubicadas más arriba de Itaipú liberen mayor cantidad de agua y de esa manera se tenga mayor caudal debajo de Yacyretá.
También dijo que la maniobra permitirá el desplazamiento de barcazas transportadoras de materias primas a través de la esclusa de la Central Hidroeléctrica Yacyretá (CHY). “En cinco o seis días, depende de la cantidad de agua, las embarcaciones podrán sacar todas sus materias primas”, agregó.
El jefe paraguayo del Departamento Técnico de CHY, Ing., Leopoldo Melo, indicó que en el 2020 ocurrió una similar bajante, pero por períodos mucho más cortos, en la situación actual el periodo es largo.
El caudal de agua que se tiene actualmente en embalse de Hidroeléctrica Yacyretá se encuentra entre 6.000 y 7.000 m3/s.
Blas Alviso, docente de la Facultad de Agronomía de la UNA filial Santa Rosa, indicó que todavía quedan tres años y medio de sequía relativa. El fenómeno climático se puso en marcha hace un año y medio. Los cauces hídricos se ven afectados porque la napa freática está deficientemente alimentada por la lluvias.
“Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), estamos en un lapso de la niña, la sequía podría agudizarse en los meses más secos del año (julio y agosto), cuando esto ocurra el sector productivo de animales también se verá muy afectado en la ganancia de pesos, principalmente bovinos y ovinos”, indicó Alviso.