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Monseñor Valenzuela se dirigió a los presentes en el Tedeum oficiado en la Catedral. Asistieron el presidente Mario Abdo y su esposa Silvana López Moreira, como parte de las celebraciones del 210° aniversario de la Independencia nacional.
El mandatario escuchó los reclamos de monseñor, quien no tuvo reparos en decir que hoy nos enfrentamos a dos guerras: la pandemia y la corrupción.
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En otro momento, la autoridad eclesiástica tuvo un encendido discurso. “Reconocemos las buenas obras realizadas por las autoridades nacionales y hay que felicitarlas. Quedan con todo, entre muchas cuestiones pendientes. Desde el año 2019, los ingresos reales del promedio de las familias de Paraguay vienen descendiendo peligrosamente. Hoy tenemos casi 2 millones de compatriotas que deben sobrevivir con G. 10.000 al día. Tenemos 254.000 nuevos pobres en los últimos 12 meses. No es menos preocupante la desocupación de más de 400.000 compatriotas. Las inversiones privadas y el consumo han caído”, describió con crudeza.
Monseñor habló de la necesidad de las obras públicas, que son importantes y habrá que continuar con ellas, sobre todo con el proyecto de la Gran Costanera, favoreciendo la construcción de viviendas en los bañados, un proyecto que beneficiará a miles de familias pobres y carenciadas, pero también mejorará la belleza de la ciudad capital.
Mejorar las finanzas públicas
Remarcó que la prioridad actual es recomponer las finanzas públicas, generar condiciones para que todos puedan salir adelante con el trabajo honesto y que la salud y la educación permitan igualar a todos ante Dios y la patria.
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Significó que “el país pide a gritos el fin de la impunidad y el diseño de políticas públicas de crecimiento económico que alcancen a todos”.
Vacunas y medicamentos
De la pandemia “lo que preocupa es que los responsables no han respondido con eficacia y transparencia, a las demandas sanitarias generadas por el COVID-19. La cuestión de las vacunas es más que imperiosa, como también el establecimiento de políticas de salud eficientes para toda la población”, adujo Valenzuela.
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“El país pide a gritos medicamentos en los hospitales públicos en cantidad y calidad, compatibles con el dinero adicional asignado a estos menesteres. Que el dinero público se utilice con honestidad y celeridad”, subrayó.
Itaipú, una causa nacional
Y más adelante indicó que “todos sabemos la importancia de los entes binacionales, particularmente de Itaipú, cuyo tratado debe ser revisado en el 2023. Es fundamental convertirlo en una causa nacional, en una política de Estado con fidelidad a la patria y los intereses de la nación paraguaya. Pedimos honestidad y firmeza a quienes tendrán a su cargo la defensa de los altos intereses de la patria”, insistió.
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También dedicó algunas palabras a la Justicia: “No podemos tener justicia cuando existen grupos de presión internos y externos que intentan influir en la aplicación de las normas. No podemos tener justicia si los encargados de aplicarla tienen miedo ante esos grupos de presión, porque corremos el riesgo de condenar al inocente y liberar al culpable”, observó.
Entre las preocupaciones que dijo tener la Iglesia abarcó además a “las redes sociales y medios de comunicación, que deben cumplir la función de construir la convivencia y no destruir personas y las instituciones difundiendo temor y falsas informaciones”, puntualizó.