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En las últimas horas, desde el Medio Oriente se reporta una escalada de violencia entre Israel y la milicia palestina Hamás de Gaza. Según fuentes internacionales, el detonante del conflicto entre ambas facciones armadas ha sido Jerusalén, donde se viene desarrollando una serie de factores, como movilizaciones árabes y el anuncio de desalojo de familias palestinas del barrio de Seij Yarrah, que reclaman los israelíes como parte de su suelo.
En conversación con ABC Cardinal, el periodista Ben-Tasgal, residente en Israel, habló sobre el conflicto entre ambos grupos y, si bien señaló que hubo factores recientes que desencadenaron los ataques, enfatizó que el problema se da en base a cuestiones históricas religiosas y no –como se viene manejando- sobre reclamo territorial.
“Aquí todo es religión y conflictos tribales. Damasco considera –el que gobierna Gaza- que ni judíos ni cristianos tienen derecho propio en la ‘tierra santa’. Entonces, como esa es la visión religiosa del conflicto, no es muy fácil solucionarlo. Por más mediadores que intenten distribuir la tierra, el problema no es por tierra. Hasta que la gente no entienda que los problemas no son religiosos, no van a poder explicar por qué hay atentados en Europa, Estados Unidos o Argentina. El contexto detrás es una visión religiosa radicalizada de una religión que la mayoría de los musulmanes no son radicales”, sostuvo.
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Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han solicitado a ambos bandos el cese del fuego y bajar la tensión. Incluso, señalan que esta región está en camino a una guerra a gran escala. Además, países como Egipto, Catar, Rusia y Turquía se han pronunciado en el mismo sentido, abogando por la paz en esta zona del mundo.
El periodista argentino-israelí señaló que el único capaz de destrabar la situación es el servicio de inteligencia egipcio, pues indicó que la ONU no tiene prestigio en el Medio Oriente. No obstante, indicó que la mediación por el cese del fuego tendría recién su eficacia cuando ambos bandos se sientan conformes con los ataques realizados a sus enemigos.
“La ONU no tiene ningún tipo de prestigio en el Medio Oriente. Catar es un país que apoya a Hamás, Turquía también los apoya. ¿Quién puede realmente hacer algo? El servicio de inteligencia de Egipto, que es en el que en general media e intenta una calma. Pero logra esa calma después que ambos lados se golpeen lo suficiente; entonces, Israel ha recibido un montón de cohetes, pero quiere vengarse de Hamás para amedrentarlo. Hamás atacó Israel porque quiere mostrarse ante su público como un verdadero defensor del espíritu palestino. En otras palabras, todavía no se han golpeado lo suficiente para que la mediación de Egipto rinda sus frutos”, sostuvo.
Con relación al temor de una guerra a gran escala, Ben-Tasgal precisó que la escalada de violencia puede aumentar si se suman los países árabes, aunque consideró que las posibilidades son mínimas. “La mayoría de estos países son sunitas, temen a los chiítas de Irán y se acercaron mucho a Israel, además de firmar acuerdos de paz. Muchos sunitas consideran a los palestinos como una traba para el proceso de paz. Entonces, a nivel regional creo que las posibilidades son mínimas que se expanda a nivel regional”, declaró.
No obstante, refirió que una escalada “seria” podría darse –en todo caso- a nivel local. “Si Hamás sigue disparando hacia Israel y hacia Tel Aviv, aumentan las posibilidades de que el gobierno israelí ataque con aviones y decida meter soldados por tierra, eso sería una escalada. ¿Cómo medir la escalada? Si siguen los disparos hacia ciudades grandes, si hay muchos muertos, si aparecen atentados en túneles que construyó Hamás, esa es una escalada seria”, mencionó.
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En cuanto a la convivencia ciudadana en Israel durante los enfrentamientos, refirió que los israelíes están acostumbrados a vivir en crisis por los conflictos históricos. Agregó que –justamente- gracias a esa “costumbre” este país logró tener efectividad ante la pandemia del COVID-19. “Cuando vives en crisis hace 73 años, hay cosas que no te sacuden demasiado”, afirmó.
Por otra parte, el periodista argentino-israelí destacó que Israel demostró que la única forma de salir de la pandemia es con una campaña de vacunación masiva. Cabe señalar que este país está en camino a la “normalización”, pues una de las medidas adoptadas es el cese del uso obligatorio de mascarillas.