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La semana pasada, O’Hara denunció que varios de sus colegas no pudieron calificar para el beneficio de un menor porcentaje del aporte obrero patronal obligatorio, establecido en la Ley Nº 6.706, que establece un régimen transitorio de aportación al Instituto de Previsión Social (IPS). La normativa fue creada para que las empresas formales del rubro gastronómico, turismo, eventos y entretenimiento tuvieran un “oxígeno” en medio del difícil contexto sanitario y económico que derivó de la pandemia.
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Posteriormente, autoridades de IPS y de Tributación se comprometieron a verificar los aspectos a fin de facilitar la inscripción de los beneficiados. Además, señaló O’Hara, la normativa tiene la cualidad de ser una herramienta de formalización, puesto que miles de micro, pequeñas y medianas empresas operan en la absoluta informalidad y en parte se debe a la excesiva burocracia y alto costo que implica operar de forma legal.
Esta mañana, en conversación con ABC, lamentó que, pese a la urgencia para los empresarios, haya incertidumbre con relación a las nuevas modificaciones y desde cuándo estarían en vigencia. La vocera había exteriorizado vía redes sociales que la esencia de la normativa no se traduce en el decreto y su reglamento al establecer plazo para la inscripción de empresarios, quienes como requisito deberán suspender a sus empleados y que la actividad laboral principal sea solamente la de gastronomía.
Al respecto, explicó que algunos rubros se animan a seguir operando, pero que de igual manera necesitan el “oxígeno” económico y pagar un menor porcentaje por el seguro social. “Varias empresas no suspendieron, pusieron pecho y seguir pagando salario completo, pero no pueden acogerse. ¿Quién dice que no necesita oxígeno? ¿ un burócrata entre cuatro paredes?”, ironizó la empresaria y recordó que el monto del subsidio por suspensión es el 50% del salario mínimo.
Además, pide que se renegocien las deudas de 2021, teniendo en cuenta que el año pasado fue el inicio de la pandemia y la situación económica sigue afectada por la crisis sanitaria. Señaló que es cansador pedir que se corrijan aspectos, lo que no sería necesario si hubiera interés y voluntad política. “Salvo a pensar que, como no es gestión basada en resultados, no importa hacer bien a la primera. Total, mi salario está íntegro en plena pandemia”, dijo.
Recalcó que ese cobro a fin de mes es producto de impuestos aportados por el sector privado, dando a entender, por ende, que de no concretarse los pagos, serían afectados con esta falta de recaudación.