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Flores, quien lleva adelante la investigación gracias a equipos donados por el científico e investigador español José Luis Jiménez, quien actualmente es catedrático de la Universidad de Colorado, conversó este martes con ABC sobre los avances de su pesquisa.
En ese sentido, contó que hubo sitios en donde se registraron buenas mediciones, como los lugares ventilados y con poca rotación de personas, aunque mencionó excepciones como, por ejemplo, la planta baja del edificio central de la Municipalidad de Asunción, en el área de Cajas, en donde, a pesar de la asistencia de personas, el sistema de ventilación hace que la calidad del aire sea buena.
“Medimos en la Municipalidad de Asunción, en la zona en donde la gente va a pagar sus impuestos. Me dio una buena lectura”, explicó.
También la doctora reportó buenas mediciones en los supermercados, los estacionamientos de los centros comerciales y los restaurantes que tienen buena ventilación a través de unos sistemas especiales que tienen instalados para que el aire se “recambie”; es decir, se expulse el que está adentro e ingrese el de afuera del sitio en cuestión.
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La peor medición en poco más de un mes de investigación se realizó en un recinto cerrado, privado, “donde no hay ventilación natural y en donde estaban dos o tres personas”, recordó, sin nombrar a la empresa o el rubro. También dijo que en los restaurantes en donde hay mucha gente hubo mediciones precarias. “Otros lugares fueron restaurantes céntricos con mucho aforo de personas. Los números (de mala calidad del aire) eran elevados. Sí en restaurantes con ventanas abiertas medían bien”, contó.
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“La peor medición fue en un recinto cerrado. Son edificios cerrados en donde no tenemos ventilación natural. Aunque se tenga aire acondicionado, no incide (…) Medimos en varios lugares, tanto públicos como privados. Es el mismo tipo de recinto. Son cuatro a cinco personas en lugares pequeños. También medimos en cajeros y da por encima del mínimo”, especificó la Dra. Flores.
La médica explicó que cuando el dispositivo arroja más de 800 partes por millón de dióxido de carbono quiere decir que un porcentaje de ese aire ya fue inhalado por otra persona. “A partir de 1.000 partes por millón ya ponemos en rojo”, finalizó.
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Desde el año pasado, investigadores de todo el mundo advierten que el virus que causa el COVID-19 se transmite por el aire, algo que no fue reconocido por la OMS sino hasta ayer a través de su sitio web oficial. La evidencia indica que el porcentaje de contagios por contacto con superficies contaminadas es mínimo.
El científico Jiménez dijo a ABC en febrero pasado que la ciudadanía debe preocuparse más por evitar compartir espacios cerrados con personas desconocidas y que allí radica la alta probabilidad de contagio, minimizando así el tocar las superficies, como inicialmente la OMS había difundido.
El investigador habló, para ejemplificar, de una especie de “humo invisible” que queda en cada persona al respirar y hablar y es allí cuando queda “flotando” el virus, que se transmite cuando otra persona inhala ese mismo aire.