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“Las nuevas restricciones son la estocada final para nuestras empresas”, respondió Nicasio Romero, vocero de la Asociación de Bodegueros del Paraguay, al ser requerido sobre el impacto de las nuevas restricciones sobre el rubro. Recordó que desde la declaración de pandemia y la instalación de cuarentena, venían arrastrando pérdidas del 50% en las ventas y con las restricciones vigentes, ese porcentaje pasaría el 70%.
Desde el martes y por orden del presidente Mario Abdo Benítez, rigen una serie de restricciones y la que más afecta a los comercios es la que limita la libre circulación de 20:00 a 05:00, en las ciudades clasificadas como “zona roja” debido a la gran cantidad de pacientes con covid-19.
Consultado si los consumidores podrían simplemente adelantar sus compras de bebidas en el horario establecido, Romero respondió que no será así necesariamente. Eso se daría si es que la actividad comercial informal fuese controlada y restringida, lo cual no ocurre. “Sería más equitativo que la gente se apure y compre antes del horario (tope), pero hay miles de bodegas que siguen operando”, afirmó, y aclaró que no se trata de una cacería de brujas sino de que se aplique el principio de justicia de “a todos por igual”, de lo contrario se da una competencia desleal.
Explicó que en el rubro, el margen de ganancia se limita al 18%, por lo que para cubrir todos los costos operativos deben tener un flujo importante de ventas. A modo de ejemplo, mencionó que debe vender por G. 100 millones para obtener una ganancia de G. 18 millones, y con ese dinero cubrir pagos de salarios, aporte del seguro social, alquiler y cuentas básicas, como luz, agua, etc.
Prohibiciones ilegítimas e insostenibles
Por su parte, Bruno Defelippe, presidente de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy), atacó la legalidad de las prohibiciones de actividades en horario nocturno. “Son ilegítimas e insostenibles. No tienen argumentos legales para poder hacer cumplir las mismas o penalizar a aquellas que incumplen. Vemos que es una forma de incentivar la informalidad”, aseveró.
Oliver Gayet, representante de las empresas de los rubros gastronómico, turismo, eventos y entretenimientos, reportó que muchos socios optaron por cerrar debido a que la decisión presidencial desmotiva el consumo y se reporta una caída importante de la demanda de clientes. En cuanto a las medidas anunciadas por el Gobierno para ayudar a contener el empleo, lamentó que no son acordes al padecimiento de los empresarios. “Anunciaron el descuento del impuesto al valor agregado (IVA) de los alquileres del 5% (normalmente es 10%) por cuatro meses nada más, nos hubiese gustado que sea por lo menos hasta fin de año”, opinó. Agregó que también se les otorgará un descuento por el suministro de energía eléctrica de julio a diciembre, “está bien pero hace 14 meses que estamos en pandemia, nos hubiera gustado que sea retroactivo” dijo.
Al respecto, Guido Estigarribia, de la Asociación de Gastronómicos Nocturnos, informó que el sector está “en zozobra pero trabajando”. Indicó que la gente necesita desarrollar sus actividades comerciales para obtener ingresos y sobrevivir, sobre todo en estos momentos de crisis económica. Lamentó que los que imponen las restricciones “tienen sueldo seguro y viven bien”, no tienen las necesidades de quienes viven del día a día. Por eso, durante la primera noche de vigencia de las medidas, el martes último, lomiteros, pancheros y otros estuvieron ofreciendo sus productos y anuncian que se mantendrán así, argumentando que su derecho al trabajo es una garantía constitucional.
“Nunca nos informaron”
Guillermina Coronel de Imlach, de la Asociación de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas Industriales, cuestionó que los representantes de los gremios acudieron a las reuniones convocadas por las autoridades y nunca informaron que la restricción de circulación sería a partir de las 20:00, sino que manejaban que se mantendría hasta las 23:00. “Participamos en las mesas de trabajo y nunca dijeron que el cierre sería a partir de las 20:00”, reiteró. Agregó que los gremialistas acudieron en respuesta al llamado hecho, “que no sé para qué porque ellos hicieron lo que querían. Dicen que así habría menos contagios, ojalá que sea así”, dijo.