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GUARAMBARÉ (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal). El presidente de la República Mario Abdo Benítez, el ministro de Salud Julio Borba y el gobernador de Central Hugo Javier González (colorado cartista) el 13 de abril inauguraron con bombos y platillos el pabellón de contingencia. Anunciaron que consta de 31 camas, de las cuales 27 son para pacientes con covid-19 y cuatro para cuadros críticos con respiradores.
Sin embargo, pese a la urgente necesidad porque los hospitales de contingencia de nuestro país están saturados, las nuevas instalaciones no funcionan. El flamante bloque permanece cerrado y los pacientes son atendidos en medio de incomodidades.
Contradicciones
El Ministerio de Salud informó que el nuevo bloque demandó una inversión de G. 2.500 millones y que las camas fueron donadas por el sector privado. Pero, la Gobernación anunció que adquirió 34 camas de terapia normal, intermedia y crítica, cada una con boca de oxígeno, en el hospital de Guarambaré y que invirtió más de G. 1.000 millones en el equipamiento.
Además, la Gobernación montó una central para distribución de oxígeno en el nuevo pabellón, pero no funciona y por ende no se puede internar a los pacientes con cuadros respiratorios en este lugar. Ante la imposibilidad de habilitar el nuevo bloque, la administración departamental instaló carpas en el patio, pero tampoco funcionan y en días de lluvia permean en varios sectores.
Los lugareños calificaron como una burla para la ciudadanía que las máximas autoridades inauguren una obra que no funciona, mientras los pacientes continúan padeciendo todo tipo de incomodidades.
“Es una de las tantas obras chapuceras de la Gobernación de Central; la planta de distribución de oxígeno no funciona, se hizo mal. La institución declaró que invirtió más de 1.000 millones de guaraníes en este centro asistencial, pero el pabellón sigue cerrado, pese a que se inauguró”, dijo el concejal departamental liberal Adrián “Billy” Vaezken.
El director de la XI Región Sanitaria, Dr. Roque Silva, indicó que nada se hizo mal y que esta semana serán habilitados los servicios en el nuevo pabellón. Reconoció que el sistema de distribución de oxígeno no funciona y que recurrirán a balones para poder asistir a los enfermos.
Confirmó que las camas mencionadas forman parte de un donativo del sector privado y no aporte de la Gobernación de Central, como afirma esta institución.
Se ratifica
Por su lado, el secretario de Salud la Gobernación, doctor Hugo Cabrera, ratificó la versión de que las camas y cinco monitores fueron proveídos por la Gobernación de Central. Reconoció deficiencias en la central de distribución de oxígeno que se instaló para atención de niños, debido a que en un principio el bloque fue proyectado para materno-infantil. Anunció que la institución comprará ahora balones de oxígeno adecuados para que pueda entrar a operar.
Los pacientes se sientan horas en bancos de madera rotos a la espera de ser atendidos. En este punto, denunciaron falta de médicos y que los profesionales médicos asignados a los servicios “acuden cuando se les antoja”.
Intentamos hablar sobre las denuncias con el director interino, doctor Víctor Montiel, pero no se hizo encontrar; primero nos dijeron que estaba recorriendo el hospital y luego nos informaron que salió a buscar un paciente.