Cuestionan que la Policía haya obligado al cierre de supermercados anoche

Al menos 60 mini supermercados que abren las 24 horas fueron “visitados” por patrulleras de la Policía Nacional anoche y los empleados amedrentados para cerrar, según denunció Giuliano Caligaris, director de Biggie Express. Denunciaron las intervenciones, puesto que ese rubro está habilitado por el decreto presidencial vigente desde ayer. “Sin economía no hay salud”, enfatizó y aseguró que cerrar el movimiento nocturno no ha demostrado tener resultados positivos para frenar la pandemia.

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“Nos cayeron con 60 patrulleras y nos están obligando a cerrar”, enfatizó el director de una de las mayores cadenas de mini supermercados del país. Caligaris contó que sus empleados reportaron que fueron amedrentados por la Policía Nacional anoche para cerrar temprano, supuestamente valiéndose del nuevo decreto presidencial que establece restricciones entre las 20:00 y las 5:00.

Al respecto, aseguró que -según la interpretación legal de los abogados de la firma- los supermercados pueden operar las 24 horas por ser esenciales y el modelo de negocio de Biggie precisamente es el de no cerrar en horas de la noche. En ese sentido, resaltó que ello es incluso beneficioso, porque se generan menos aglomeraciones durante el día y en horario nocturno las personas hacen sus compras esenciales para evitar la gente.

Consideró que ellos aceptan la restricción en la venta de bebidas alcohólicas, aunque no estén de acuerdo, pero obligarlos a cerrar por completo “ya es criminal”.

“Como el sector gastronómico y de eventos requiere trabajar de noche, nuestra estructura de negocios requiere operar las 24 horas”, recalcó.

Medidas que no tienen resultados

Por otra parte, el empresario destacó que lo más preocupante es que estas medidas que vienen siendo tomadas por parte del Gobierno, de restringir a empresas formales en horario nocturno, no demuestran ningún resultado efectivo para el control de la pandemia.

“Nosotros venimos acompañando voluntariamente, pero llega un punto en que decimos que no podemos seguir. Hemos dado el brazo derecho pero no vemos los resultados y esto pone en riesgo nuestros negocios, nos parece una locura. No sé si el Gobierno está midiendo el impacto que genera. Ni hemos tenido participación en ninguna mesa de diálogo por esto que plantean desde ayer. Nosotros somos una cadena con 129 locales y 2.600 personas las que trabajamos en la empresa”, enfatizó.

Además, cuestionó que solo el sector privado tenga que “achicarse”, mientras el Gobierno sigue generando ingresos sin problema.

“Vamos a tener momentos muy difíciles porque no se trajeron vacunas, no se achicaron gastos, el Gobierno no se achicó. Desde el sector privado sí estamos tomando todo el esfuerzo, resignándonos, achicándonos. Elevamos la voz en este momento y ojalá puedan corregir este tipo de cosas, porque sin economía no hay salud”, añadió.

Adelantó que hoy conversarán con otros afectados y con los asesores legales para ver qué medidas tomar, teniendo en cuenta que ellos tenían entendido que no deberían cerrar sus puertas.

“Tienen que estar cerrados”

Uno de los locales cerrados anoche fue el Biggie ubicado sobre Zabala Cue, en Fernando de la Mora, zona Sur. Un equipo de ABC acudió para seguir la intervención y el oficial 1° Mario León, de la Comisaría Segunda, comentó que estaban interviniendo para hacer cumplir el decreto presidencial.

Aseguraron que estos mini supermercados tienen que estar cerrados durante la noche y por ello se labró el acta e hicieron firmar a todos los presentes, incluidos clientes que acudieron a realizar compras. “Ellos alegaron desconocimiento (del decreto), pero todos firmaron el acta que será remitida al Ministerio Público”, dijo.

Además, dijo que durante toda la noche iban a realizar recorridos para cerrar “todos los locales antes de las doce”.

Cuestionan “selectividad”

Por otra parte, representantes del sector de bares y restaurantes denunciaron que ciertos sectores, como el de los mini supermercados de 24 horas, siguieron operando después de las 20:00.

“¿Qué es lo que hacemos mal? ¿Qué necesidad hay que tengamos que ser tratados como delincuentes por querer trabajar?”, cuestionó a través de su cuenta de Twitter el bar The Walking Beer, arrobando al presidente Mario Abdo Benítez, al ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, y a la Policía y adjuntando el video de una patrullera parando frente a una pequeña bodega aparentemente a realizar “controles”.

“Sin embargo, las grandes cadenas no tienen ningún control y se produce aglomeración como si fuera el fin del mundo. Déjennos, trabajar, también damos de comer a mucha gente y lo que están haciendo no evitará los contagios, solo darán más pobreza”, agregó la cuenta en su crítica, esta vez agregando en la conversación a la ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo, y exponiendo un video con varios vehículos de compradores frente a un local de la cadena de minimercados Biggies.

De hecho, esta cadena de comercios fue el principal blanco de críticas por supuestamente ser beneficiada por el Gobierno, pese a también están alcanzada por las restricciones. Un usuario, de nombre Ariel Ramírez, fue un paso más allá y probó hasta qué punto podía forzar las libertades en una sucursal de dicho comercio.

El mismo se grabó ingresando al local para comprar cerveza, ya unos 40 minutos luego del supuesto horario de cierre, pese a la amargura de comprobar que no tuvo ningún problema en comprar unas latas de cerveza. Terminó posando con una de estas, más resignado que ávido por disfrutar de la bebida espumante.

“Y bueno, acá acabo de salir de Biggie comprando pack de cerveza sin problema. El que tiene plata hace lo que quiere, como se dice en Paraguay. Bueno, en la cadena Biggie se puede vender tranquilamente cosas, pero en locales nocturnos que somos afectados no se puede realizar ningún tipo de compras para que vean. 20:49 y pude comprar tranquilamente cervezas, para que vean que el decreto es para algunos nomás”, reclamó Ramírez.

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