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En estos tiempos es difícil encontrar historias de alegría, pero un joven de esta ciudad lo hizo posible. Cristian Antonio Vera Román, quien al salir ganador de un automóvil decidió devolverlo, pues se trató de una rifa solidaria para un enfermo de covid-19. Ayer de tarde, mientras el ganador del vehículo firmaba los documentos renunciando formalmente a su premio, el enfermo salía de alta.
La historia comenzó cuando Cayo Ramón Franco enfermó a causa del covid. Primero fue internado en el Hospital Integrado Respiratorio y cuando su cuadro empeoró requirió pasar a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). Pero no había cama disponible su única alternativa era un centro asistencial privado, pero no tenía dinero. Ante este escenario, dijo a sus familiares que vendan su auto.
Sus familiares y amigos decidieron emprender una verdadera cruzada solidaria, pues la deuda en el sanatorio ya superaba los G. 100.000.000.
La rifa se viralizó en las redes sociales y se extendió por un mes aproximadamente. Personas de varias partes aportaron lo suyo y el sorteo se realizó ayer, con todas las formalidades legales.
El sorteado fue Cristian Antonio Vera Román, quien no conocía al enfermo ni a su entorno. Relató que un día, alguien llegó a su lugar de trabajo ofreciendo la boleta y decidió adquirir dos números a G. 25.000 cada uno.
Cristian no creyó que salió sorteado e incluso pensó que era una broma o una tentativa de estafa desde la cárcel. Tampoco atendió la llamada de parte de los organizadores, pero luego mediante un video en las redes sociales confirmó que efectivamente salió sorteado. Sin dudar, se comunicó con los organizadores y les dijo que no iba retirar el premio.
“No se me pasó por la cabeza que iba ganar, solo quería colaborar. Cuando tuve la certeza de que era el ganador devolví la llamada y le dije que si era verdad iba desistir del vehículo. Todos sabemos en qué situación estamos y no me iba a quedar con la conciencia tranquila si aceptaba ese vehículo porque sé que ellos van a necesitar más que yo. Sé que en algún momento yo también puedo necesitar”, expresó.
El desistimiento del premio se hizo con todas las formalidades. Esta tarde, Cristian firmó un acta notarial ante la escribana Ana Ocampos, en la ciudad de Hernandarias, renunciando a su premio.
Pero la historia no terminó solamente con el noble gesto sino además tuvo un final completamente feliz. Es que el enfermo, Cayo Ramón Franco salió de alta, precisamente mientras se firmaba el documento por cual se le retorna el auto que había cedido para el sorteo.