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La Dra. Ana Barrios, oftalmóloga cirujana, nos brinda una corta guía sobre lo que se necesita saber acerca de cuál es el tipo de lente que más conviene.
Antes de los 40 años, no hay mucho que decidir, ya que tenemos una misma graduación tanto para la visión lejana, intermedia (computadora, tablero del auto) y cercana (celular, lectura).
“La indicación a esta edad es el uso de anteojos monofocales, los cuales tienen una sola graduación en toda la circunferencia del cristal, y corrigen todos los defectos refractivos, la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo”, manifestó la doctora.
“Si, en cambio, tenés más de 40 años, es probable que tu visión cercana esté disminuida, y que tengas que empezar a alejar el celular o los objetos para verlos mejor”.
Esta dificultad visual tiene un nombre: presbicia, y necesita una graduación específica para la visión cercana, diferente a la graduación de visión lejana.
Monofocales
Con este tipo de lentes, la visión se concentrará solo en una distancia, ya sea de cerca, de lejos o a una distancia intermedia. También está la opción de tener dos anteojos monofocales: Unos para ver de cerca o otros para ver de lejos.
Bifocales
Las lentes bifocales son aquellos que tienen dos graduaciones diferentes para permitir a la persona corregir defectos refractivos en la visión de lejos y de cerca. Eran la mejor solución para las personas con presbicia hasta que aparecieron los lentes progresivos o multifocales, inventados hace más de 50 años. En la actualidad, los lentes bifocales son ya muy poco utilizados, en primer lugar por una cuestión estética, poseen un corte o unas medialunas en la parte inferior de los cristales, y en segundo lugar, porque no corrigen la visión intermedia, es decir, pasan de un campo de visión a otro de forma abrupta, con un “corte” o un “salto” de la visión de lejos a la visión de cerca, por lo que no son útiles para el uso de las computadoras.
Multifocales
Este tipo de lentes permite ver tanto de cerca como de lejos. Funcionan utilizando diferentes potencias ópticas en distintos puntos a través de la lente, permitiendo así enfocar correctamente cuando los ojos se muevan. Otro beneficio de estos lentes es que se puede usar un solo par de anteojos para todo. Se puede pasar de vista de cerca, al usar el celular o leer el diario, a una vista de lejos, como ver televisión, sin necesidad de cambiar de anteojos. Proporciona además una visión intermedia, ideal para quienes utilizan mucho la computadora.
¿Cual es la mejor opción?
- Si tenés una buena visión lejana, no realizas mucho trabajo de cerca y utilizás poco la computadora o el celular, los lentes monofocales de lectura son la mejor opción.
- Si tu trabajo involucra pasar mucho tiempo frente a la computadora y además tenés grado para lejos, los anteojos multifocales son la elección perfecta.
“Gracias a los últimos avances, la adaptación a los lentes multifocales es más fácil e intuitiva. Lo importante es siempre elegir un armazón adecuado, no muy pequeño y unos multifocales con buen campo visual, para una buena adaptación. Si en cambio, ya no se tiene actividades de oficina que involucren el uso de computadoras, ya se había utilizado antes lentes bifocales y fue bien o no se prefiere no tener dos lentes, uno de lejos y otro de cerca, pues tal vez con un lente bifocal se optimice la experiencia” agregó.
Para finalizar, la profesional sostuvo: “Recordar que cada caso es diferente al igual que el proceso de adaptación a los nuevos anteojos, ya sean bifocales o multifocales. A algunas personas puede llevarle mucho tiempo adaptarse y a otras tal vez no, todo depende de la edad en que se comienza a utilizarlos y por supuesto el grado. Cuanto más joven se comienza, será más fácil acostumbrarte. Y ante cualquier duda, consultar siempre con el oftalmólogo, y preguntarle cuál cree que es la mejor opción para cada caso”.