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Detalló con tristeza la impotencia que siente ya que su esposo está a la espera de una cama de terapia intensiva desde el sábado 4 de abril en el Hospital de Clínicas. Sin embargo, incluso está intubado, pero en sala común ante la falta de lugar en cuidados intensivos.
“Le improvisaron una cama de terapia. Él está en estado crítico, desde el jueves intubado, entró en paro en el momento en que le intubaron, le reanimaron, tuvo varias convulsiones, está en sala común y lo que más me preocupa es que está al cuidado de médicos que no son de la terapia”, afirmó.
Señaló que mediante que la familia de su esposo es unida, pese a ser de condición humildes, están aportando hasta ahora el dinero para comprar los medicamentos e insumos, también mediante actividades de recaudación de fondos. “Lo más triste es que no podemos llevarle a un sanatorio porque nos piden G. 40 millones para internarle en la terapia y no tenemos ese monto”, dijo doña Amada Quiñónez.
Llorando señaló que sus cuatro hijos, dos varones y dos mujeres, no quieren perder a su padre al igual que ella a su compañero de vida. Agradeció a todos los que están brindando una ayuda solidaria, a sus excompañeras docentes también, pero que es difícil la situación ante la falta de más terapistas y camas, porque aseguró que su esposo consultó a tiempo y pese a estar correctamente medicado en el inicio y sin enfermedad de base muy rápido fue desmejorando hasta llegar a internarse.