Llegó EL día. Ayer, el Ministerio de Salud informó que los adultos de 85 años podían vacunarse directamente desde este martes y por lo menos hasta el viernes. Además, habilitó el registro para personas de 60 años o más sin impedimentos de movilización para que puedan recibir un agendamiento ni bien haya disponibilidad de dosis.

En el portal www.vacunate.gov.py, que es donde se hace el trámite de registro, se toman los datos de acuerdo a la fecha de nacimiento y la cédula de la persona. Se debe consignar si se tiene o no enfermedades de base como diabetes, hipertensión o algún tipo de cáncer, a modo de ir priorizando el agendamiento de acuerdo al riesgo de cada persona.

Como el trámite no necesariamente debe hacerlo la persona que va a recibir las dosis de las vacunas antiCOVID, muchos parientes, amigos y, especialmente, hijos y nietos de los adultos mayores procesaron el registro, muchas veces sin consentimiento de sus familiares.

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Ni bien se habilitó el registro, se desató, especialmente en las redes sociales, una catarsis de hijos y nietos de adultos mayores que contaban que sus padres o abuelos se resistían a vacunarse contra el coronavirus por diferentes razones. Entre ellas, primaban el miedo a los supuestos efectos secundarios y el descreimiento que tenían hacia las vacunas por la información falsa que circula a través de sus aplicaciones de teléfono como WhatsApp o Telegram.

Algunos padres o abuelos reaccionaron bien y se mostraron predispuestos, pero otros se relevaron fervientes antivacunas. Una ola de memes se apoderó, especialmente de Twitter, en donde se contaban las “estrategias” para convencer a mamás, papás, abuelos y abuelas para aplicarse las vacunas.

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¿Pueden los hijos, nietos o familiares obligar a los adultos mayores a vacunarse contra su voluntad?

La vacunación contra el COVID no es obligatoria y la respuesta simple es no.

El Dr. Daniel Mendonca, abogado, docente y prolífico escritor de obras de derecho, detalló hoy en entrevista con ABC que “si la vacunación no es obligatoria, pero es aconsejable, los hijos no pueden obligar a los padres a vacunarse, a menos que ejerzan su curatela, en cuyo caso deciden por la persona incapaz”.

La curatela se diferencia de la tutela en “tener una finalidad de asistencia, más que de representación, para aquellos actos que se determinen en la ley o en la propia sentencia de incapacitación”, de acuerdo al portal Legálitas.

Mendonca añadió que “el curador toma todas las decisiones por el incapaz, incluidas las decisiones relativas a la salud (internaciones, cirugías, medicaciones, etc.)” y que “si la persona mayor no está incapacitada, toma libremente sus propias decisiones”.

¿Cómo convencer a los padres?

En las redes, el debate se centró en cómo lograr que los padres y abuelos vayan a vacunarse cuando les toque el turno que sus allegados se anticiparon en solicitar, aun a escondidas. Como se mencionó, existe mucha susceptibilidad en torno a la información que reciben estas personas a través de fuentes que no son verificadas correctamente.

La mayoría coincide en que esto puede lograrse solo dando explicaciones con paciencia e información científica a aquellas personas negacionistas. La vacuna es el único camino para acabar con la pandemia, dijo esta mañana el Dr. Tomás Mateo Balmelli y es el consenso general de los médicos en el mundo.

Todas las vacunas aprobadas por reguladores internacionales son efectivas. Otro hecho a mencionar es que todas tienen, en algunos casos, leves efectos secundarios y no previenen el contagio de COVID, aunque sí sus formas graves. Las que se aplican en Paraguay ahora son todas de dos dosis separadas, en general, en tres a cuatro semanas.

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En Twitter se recogen testimonios, muchos de ellos hasta jocosos, sobre cómo reaccionan los familiares ante la reacción de sus padres o abuelos.

Un ejemplo destacable es del padre de la comunicadora Bibiana Landó, que ayer publicó que su papá, Enrique Landó, de 89 años, no quería vacunarse. Sin embargo, su entorno logró convencerlo y hoy se vacunó contra el COVID.

La Dra. Belén Ramírez, quien el año pasado hizo voluntariado en Paraguay durante la cuarentena estricta, también preguntó en Twitter por qué los adultos mayores no querían vacunarse. Las respuestas no se hicieron esperar.

“Fake news”, desinformación y la responsabilidad el MSP

La Dra. Esperanza Martínez, exministra de Salud y actual senadora, responsabilizó al Ministerio de Salud por no abordar correctamente una campaña comunicacional para contrarrestar las ‘fake news’ o la desinformación que circula.

“Sin dudas, las ‘fake news’ tienen fuerza, pero el ministerio cuenta con recursos económicos y humanos para hacer muchísimo más. No quisiera creer que la incapacidad para acceder a las vacunas haya incidido en la ausencia de una campaña comunicacional sobre las mismas (…) Más allá de la anécdota sobre el inicial rechazo a la vacuna por parte de algunos padres o abuelos inscriptos por hijos o nietos, esto refleja la pobre campaña de información realizada por el Ministerio de Salud sobre la importancia de las vacunas y sus efectos”, escribió hoy.

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Chayanne o una cacerola ¿Todo vale?

Otros testimonios marcaron el debate. Sin embargo, muchos celebraron que sus padres o abuelos de 85 años o más ya hayan podido vacunarse desde hoy, con imágenes que enternecen y renuevan el compromiso de cuidar a personas de una franja etaria que está muy expuesta a complicaciones del virus. Ahora son el Ministerio de Salud y el Gobierno los que deben apurar las dosis para poder aplicarlas rápidamente a quienes ya se registraron en la plataforma.