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Estamos en una situación anormal de demanda tanto física como emocional y el personal de la salud es el más afectado en este tiempo de pandemia. Según la National Center for PTSD- 2020, los miedos más frecuentes de profesionales de la salud son:
- Necesidad de usar estrictas medidas de bioseguridad (y posible falta de insumos).
- Riesgo de transmisión de la enfermedad.
- Sobrecarga en la demanda de trabajo.
- Distanciamiento respecto a los miembros de la familia.
Ahora, basados en guías internacionales de manejo psicológico, vamos a dar algunas recomendaciones, dijeron las responsables de este artículo. Ellas son las psicólogas Dra. Olivia Gamarra, y las licienciadas Olga González, María C. Airaldi y Gecika Viana.
“Sentir estrés y ansiedad en estos momentos es normal. Sentimos cómo nuestros músculos se tensan, nuestra respiración puede acelerarse por momentos, podemos sentir mareos o temblores y otras sensaciones corporales. Se necesita suspirar profundamente cada tanto. Pero, son dos procesos distintos: el estrés ocurre porque tenemos pensamientos de HACER la tarea, que percibimos como exigente; y en la ansiedad, nuestros pensamientos son de MIEDO, desde creer que alguna cosa saldrá mal hasta pensar que será una catástrofe”, mencionaron.
El estrés:
Mantener el estrés a niveles saludables depende de cada uno. La demanda puede ser muy grande y la necesidad de afrontar el trabajo también.
En el hospital:
A- Elevar el nivel de conciencia interoceptiva, es decir, acordarse de percibir lo que siente tu cuerpo.
B- Establecerse tiempos de descanso. Parar cada 2 horas unos 3 a 10 minutos ya es suficiente. En ese momento, aprovechar para respirar calmadamente, por la nariz, concentrándose en la respiración. Esto ayuda a activar el sistema parasimpático y restablecer el equilibrio en el organismo. Ayudar a los compañeros a hacer ese ejercicio sería muy útil.
C- Cuando se perciben picos de tensión en el cuerpo, se podría iniciar la respiración diafragmática (respirando lentamente inflando el abdomen) sin dejar de hacer la tarea.
D- Cuando se junten con los demás compañeros, regular los temas de conversación. Tratar de usar el humor, o hablar de temas agradables.
E- Las funciones básicas, DORMIR y COMER: Si no dormimos bien y no comemos adecuadamente, nuestro sistema de afrontamiento emocional colapsa.
F- Reconocer los propios límites: decir “no puedo” es fundamental ahora. Si se colapsa con ataques de ansiedad y comportamientos de evitación, ya no podremos ser útiles en el futuro. Mejor cuidarnos ahora.
G- Si te sientes colapsado física o emocionalmente “Comunícalo, Habla de ello y haz una pausa”.
H- Genera un ambiente de respeto y cordialidad con tus colegas. Cada uno lidia de forma diferente con esto. Sé parte de la solución, no del problema.
En la casa:
A- Aprovechar y organizar la tarea de la casa y delegar lo que se pueda. Mantenerse activo en modo “resolución de problemas” es muy importante.
B- Descansar lo necesario. Pasar tiempo con la familia.
C- Administrar la información a procesar. Cuidar de la propia familia y si es posible evitar demandas de atención médica fuera del hospital.
D- Evitar usar alcohol, tabaco o drogas para bajar en nivel de estrés o ansiedad.
E- Escucha tu música preferida, la que te genere bienestar.
F- Entender que, desafortunadamente, las personas pueden tener miedo de entrar en contacto con personal de salud. Comprender este miedo por parte de la gente, y gestionar el contacto por medios digitales, puede ser una buena estrategia.
Para la ansiedad:
Según las profesionales de la salud mental, la ansiedad es una respuesta del organismo a pensamientos de miedo. “El miedo es importante en este momento, pues nos ayudará a evitar mayores contagios y a desarrollar comportamientos de seguridad”.
Pero, cuando esto se da en exceso se puede desarrollar sufrimiento psicológico y trastornos de ansiedad, estos son:
- Identificar los pensamientos de miedo que puedan generarle ansiedad. Reconocer estos pensamientos, y preguntarse: ¿Cuáles son las fuentes? ¿Es útil para mi pensar en esto ahora? ¿A qué me puede llevar pensar sobre ESTO AHORA MISMO? ¿Me conviene? ¿Puedo postergar esta preocupación hasta llegar al trabajo y luego conversar con mis colegas?
- Buscar supervisión u opiniones de terceros en fuentes confiables.
- Manejar las informaciones oficiales provenientes de instituciones formales.
- Practicar técnica de meditación y relajación. Tener la concentración centrada en el presente, mantenerse operativo cuando es necesario y relajado y desconectado en momentos libres.
- Reconocer cuando estamos desbordados y conectar con el servicio de salud mental más cercano.
- Evitar hablar o pensar permanentemente del tema.
- Concéntrate en la “probabilidad estadística” de que esto pasará y que tú como personal de blanco estás poniendo de tu parte para ello. No te enfoques en lo que las personas hacen, para esto están los protocolos de comunicación y psicoeducación. Tú haz tu trabajo lo mejor que puedas.
- Esperar lo mejor siempre, confiando que las acciones aisladas correctas lograrán resultados positivos para la remisión de la epidemia.
- Utiliza todos los protocolos de protección individual.
- La información bioestadística es el parámetro que ayuda a enfrentar esta situación con conductas adecuadas. Enfócate en ello.
- Recuerda que las personas no cuentan con tus conocimientos ni tu preparación. Tu actitud puede reflejar calma o ansiedad.
- Brinda toda la información que puedas a tus familiares sobre educación sanitaria (como asearse correctamente, solo ver comunicados oficiales, el aislamiento) y confía que ellos lo harán. Evita el monitoreo constante, esto puede originar más ansiedad.