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El último gran cargamento de cocaína “paraguaya” incautado en Europa fue de 10.964 kilos, el 2 de abril de este año, en el puerto de Amberes, Bélgica. La droga llegó mimetizada entre piezas de cuero azul.
Este envío tiene directa relación con otros 1.331 kilos que según la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) ya habían sido incautados en el mismo lugar, el 18 de junio del año pasado, en bolsas de harina de soja.
La conexión entre estos dos envíos es que fueron gestionados por los mismos empresarios, Luis Fernando Sebriano González (46 años) y Pedro Alejandro Gauto Echevarría (47).
Estos utilizaron su empresa Artis SA para enviar la harina de soja y su otra empresa recientemente adquirida Neumáticos Guairá SA para exportar las planchas de cuero.
Versión del otro socio
Sobre este último cargamento de cuero, la Fiscalía sospecha que fue contaminado con cocaína en el depósito de la empresa Maxigrains SA de Villeta.
Esta firma pertenece justamente a Luis Fernando Sebriano González, pero en sociedad con Ferdinaldo Abilio Stadecker Chaves (77).
Al ser consultado por ABC, Stadecker dijo ayer que duda de que la cocaína haya sido cargada en su depósito y que si fue así su socio Sebriano actuó de manera unilateral.
Stadecker agregó que no sabía que Sebriano usó las instalaciones de Villeta para preparar el envío de cuero y contó que el depósito de Maxigrains SA debía estar cerrado en la época en la que salió del país ese cargamento, que fue el 12 de febrero pasado.
Explicó que habitualmente la citada firma comienza a operar recién en marzo o abril, cuando a su vez se inicia la zafra de soja. La exportación de este grano es el principal rubro en el que opera Maxigrains SA, remarcó Ferdinaldo Stadecker.
El empresario dijo no conocer a Pedro Alejandro Gauto Echevarría, el otro socio de su socio Sebriano.
Aunque a nivel de inteligencia hay muchos datos relevantes sobre los posibles dueños de esta última carga de 11 toneladas de cocaína enviada a Bélgica desde el Puerto Seguro Fluvial de Villeta, la Senad aún no proveyó los documentos que respalden sus informaciones ya reveladas ante la ciudadanía.
La pesquisa está a cargo del fiscal Eduardo Royg, quien hizo cinco allanamientos el viernes último.
Dos grupos más
Además del grupo que supuestamente envió a Bélgica los 1.331 kilos de cocaína descubiertos el 18 de junio de 2020 y los 10.964 kilos atrapados el 2 de abril de 2021, la Policía y la Senad tienen identificados a otros dos grupos empresariales presuntamente responsables de los demás cargamentos incautados en Europa.
Uno de ellos es el de Cristian César Turrini Ayala (48) y su socio Alberto Antonio Ayala Jacquet (35), quienes guardan prisión preventiva en la Agrupación Especializada.
Al menos Turrini, sería el mismo que gestionó el envío de una carga de carbón vegetal dentro de la cual se hallaron 3.400 kilos de cocaína, el 26 de junio de 2020 también en el puerto belga de Amberes.
Turrini y Ayala, de hecho, están presos por la incautación de otros 2.906 kilos de cocaína detectados el 19 de octubre de 2020 en el Puerto Terport SA de Villeta, antes de que salieran con destino a Europa también entre bolsas de carbón vegetal.
La otra organización internacional de tráfico de drogas asentada en Paraguay fue la que usó las latas de pinturas de la empresa Pinturas Tupã SA para enviar 16.174 kilos de cocaína que cayeron el 12 de febrero de 2021 en el puerto de Hamburgo, Alemania.
Diego Isaac Benítez Cañete (37), el dueño de esta firma, dice ser víctima del crimen organizado que supuestamente contaminó su exportación, aunque la Fiscalía tiene sospechas de que en realidad él fue el responsable del envío de la colosal carga de droga, eso pero aún no está plasmado en el expediente.
“Exportaciones” abortadas
A las casi 32 toneladas de cocaína “paraguaya” requisadas en Europa en los últimos 10 meses, hay que sumarles 2.906 kilos que no llegaron a salir del Puerto Terport SA de Villeta, el 19 de octubre de 2020; más 1.344 kilos requisados en la estancia El Tigre del Chaco, el 23 de febrero de 2021; y 574 kilos caídos en Carmelo Peralta, el 17 de marzo de 2021. Estas casi cinco toneladas debían llegar también a Europa.