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Estamos atravesando un momento muy particular a nivel mundial a raíz de esta pandemia por el covid-19 que nos paralizó en un principio y luego hizo que cambie nuestro estilo de vida, en todos los ámbitos, nos volvimos un poco más sedentarios lastimosamente. Según el Dr. Héctor Rolando Herrera Cabral, especialista en cirugía laparoscópica de avanzada-Cirugía Bariátrica, cambiamos por estas razones muchas actividades físicas, individuales o colectivas, que nos ayudaban a quemar calorías, por un deporte mucho mas más casero que es el comer “muchos con este cambio de rutina hemos ganado unos kilitos de más sumado a la falta de actividad física y algún que otro feriado largo” manifestó.
¿Qué podemos hacer para deshacernos de ello?
Tenemos que poner un freno muy fuerte, asegurado con freno de mano en lo posible para hacer un giro de 180 grados en nuestra rutina un tanto sedentaria. Hacemos un cambio en nuestra dieta y en nuestras actividades. “Uff!, cuando mencionamos la palabra dieta inmediatamente nuestra mente vuela y nos imaginamos comer eternamente lechuguita con pollo grillé... No necesariamente es así. Solamente que hay alimentos que debemos evitar lo máximo que podamos, la dieta no debe ser aburrida sino variada” destacó el doctor.
Sugerencias para mantenerse o bajar esos kilitos de más
- Evitemos alimentos que contengan azúcar y harinas, como gaseosas, jugos enteros (no light), pan blanco, fideos, tortas y postres; utilizar bebidas con edulcorantes o azúcares dietéticos, no exagerar con las bebidas alcohólicas. Reemplazar el azúcar por el edulcorante.
- En lo posible 3 veces a la semana consumir arroz o fideo integral. Utilizar y tratar de que sea un hábito el uso de mayonesa light, yogur, queso y leche descremada. Se puede consumir todo tipo de carne sin grasa, pollo sin piel, lomito de cerdo, pescados de todo tipo. Todo tipo de frutas y verduras, excepto banana y aguacate. Se puede comer carne a la parrilla o al horno, evitar la sopa paraguaya y cambiar por chipa guasu, así también la mandioca se debe evitar.
- Si se puede, realizar una o dos veces a la semana una dieta líquida estricta consumiendo sopas de pollo, pescado o de verduras, soyo, evitar lo sólido para acompañar, no consumir pan blanco o la mandioca.
- La cantidad de carne de vaca, cerdo, oveja, pollo o pescado puede ser normal o un poco más, las proteínas mueven poco la balanza cuando uno se pesa.
- Evitar algunos hábitos arraigados en nuestra costumbre folklórica, como el terere rupa, que normalmente consiste en consumir tortilla o empanada acompañada ambas con pan, o el clásico sándwich de milanesa.
- Acompañar a este cambio alimentario un hábito de ejercicios físicos como el de caminar una hora en la caminadora o 30 minutos de trote, en lo posible todos los días o 4 veces a la semana, si su barrio es seguro y no tiene caminadora lo puede realizar alrededor de su domicilio o en una plaza. Si tiene mancuernas (pesas de mano) puede hacer sesiones de varias repeticiones con bajo peso. Si tiene piscina, la natación es el ejercicio más completo, se puede iniciar con 30 minutos por día y luego ir aumentando. Realizar una buena rutina de ejercicios previene algunas enfermedades crónicas.
En resumen, nuestro objetivo es aportar menos calorías y quemar todas las calorías que podamos con los ejercicios así lograr un balance negativo (perdemos calorías) o neutro. “Este cambio de rutina cuesta al principio, pero uno se adapta rápidamente porque no es muy sacrificado, solo es constancia y rotar los alimentos. Son tiempos de cambios así que procuremos no perder el hábito de realizar ejercicios físicos que mucho favorece a nuestro cuerpo y a nuestra mente”, puntualizó.