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Pablo Caballero, uno de los pobladores, señaló que este año pasó un Viernes Santo tranquilo, así como fue hace décadas atrás, sin ruidos y en forma tranquila.
Este Viernes Santo había escaso movimiento en Villa Florida. Las playas Paraíso, Yvága y Caracol fueron clausuradas por la Municipalidad, dando cumplimiento a las restricciones establecidas en el decreto presidencial, a fin de evitar las aglomeraciones.
La Policía Nacional, en forma coordinada con la Fiscalía y la Patrulla Caminera y apoyada por el Grupo Lince, realizó una tarea conjunta de control en la Ruta PY01 “Mariscal López”, en las calles del radio urbano y en las entradas a las playas.
La fuerza coordinada estuvo acompañada también de funcionarios de Salud Pública y la Municipalidad, en el marco de una campaña de concienciación.
El trabajo de control empezó el miércoles a la noche y prosiguió el jueves y el Viernes Santo. Personal policial estuvo apostado en la cabecera del puente a la entrada de Villa Florida donde se realizó el trabajo de control de las personas y de vehículos.
A la noche tuvo activa participación del Grupo Lince, acompañado por funcionarios del Ministerio Público, a cargo de la fiscala Mirta Valle.
LOS CHINOS NOS ENVIARON UN SUJETATE
El pescador Pablo Caballero, por su parte, señaló que este año se vivió una verdadera Semana Santa en Villa Florida. “Los chinos nos enviaron el coronavirus y nos dieron un sujetate, así como debe ser en los días santos”, señaló Caballero.
El turista Michel Ríos dijo que es muy diferente el Viernes Santo de años anteriores. Añadió que realiza caminata por las calles y la Costanera a orillas del río Tebicuary. Ríos completó ocho kilómetros siguiendo el itinerario de la Ruta PY01, las calles y la Costanera.