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El párroco local, José María Velasco, presidió la misa de Ramos en la explanada del templo capiateño. El hecho, a simple vista, quebrantó el protocolo sanitario que establece que los actos de culto deberán realizarse con un máximo de 20 personas, según el Decreto Nº 5053.
No solo como en tiempo de las sagradas escrituras, sino como si no estuviésemos en pandemia, la figura de Jesús ingresando en burro fue recibida por una multitud en la misa de Domingo de Ramos, inicio oficial de la Semana Santa en Capiatá.
En comunicación con ABC Cardinal, y consultado sobre la cantidad de feligreses que asistieron, el sacerdote manifestó “en comparación a otros años, que esto se llenaba hasta arriba, había un grupo de personas” y añadió “yo no soy calculador, habrá habido 100, 150 o 200 personas, no sé, no te puedo decir”.
En otro momento, Velasco consideró que, como se realizaba en un espacio abierto, estaba cumpliendo con las normas establecidas.
“Se hizo fuera, en el patio que es grandioso, fijate vos, estaba por todos los lados divididos, el aire, la ventilación, todo”, señaló.
Luego, al ser increpado por la cantidad de personas si pensó en suspender la eucaristía, Velasco declaró “ni siquiera pasó por mi mente plantear suspender la misa y si vinieron es porque ellos creyeron conveniente”. Igualmente agregó “no voy a suspender una misa nunca”.
Posteriormente se excusó diciendo “yo no obligué a nadie, ni impuse a nadie ni impuse nada. Yo solo celebré la misa y punto”.
Ante este caso, cabe señalar que la ciudad de Capiatá se encuentra en situación crítica por la cantidad de contagios, pues solo este sábado se registraron 98 nuevos casos y dos personas fallecidas.