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El Hospital Regional de Villarrica cuenta con 50 camas de internación clínica y solo seis de terapia intensiva. La ocupación está al 100% y diariamente se ve a pacientes con sospechas de COVID-19 durmiendo en el patio y los pasillos del centro asistencial, en espera de un lugar para ser hospitalizados.
A pesar del colapso, no se habilita el hospital modular construido por la Gobernación al lado del Hospital Regional y que actualmente tiene capacidad para la internación de 12 pacientes. Se inauguró en mayo del año pasado y en esa oportunidad inclusive acudió para el acto protocolar el presidente Mario Abdo Benítez.
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El jefe departamental, Juan Carlos Vera Báez (ANR), había anunciado a finales del mes pasado que el nuevo hospital entraría a funcionar ya la semana antepasada. Remarcó que ya lo pusieron a disposición del Ministerio de Salud y que desconoce por qué las autoridades sanitarias aún no lo habilitan.
Este lunes, el director del Hospital Regional, Christian Matto, en declaraciones a medios radiales de Villarrica, explicó que en las nuevas instalaciones aún no se montó la sala médica, que es un requisito para su habilitación. Igualmente, la Gobernación tampoco presentó hasta el momento los planos de construcción, otra exigencia del Ministerio de Salud para poner en funcionamiento el nuevo hospital modular, detalló Matto.
Si bien en un inicio se proyectó el hospital modular para internar a pacientes de COVID-19 no graves, ahora la idea es que allí sean derivados los respiratorios no-COVID. De esta forma, en el Hospital Regional de Villarrica se priorizará a los pacientes internados por coronavirus, explicó el secretario de Salud de la Gobernación de Guairá, Walter Fernández.
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La contratación de 32 médicos, enfermeros y personal de limpieza, para su funcionamiento estará a cargo del gobierno departamental. La infraestructura está preparada para colocar entre 25 y 30 camas en total, con bocas de oxígeno, dependiendo de la necesidad.
Debido a la pandemia, la construcción fue adjudicada por vía excepción a la firma “Ecomed”, representada por Clara López Armoa, y demandó una inversión de G. 363 millones en la infraestructura modular. También se invirtió poco más de G. 330 millones para el equipamiento.