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La nave zarpó de Asunción el 25 de diciembre del 2020 hacia puertos argentinos para una eventual reparación y amarró el 4 de enero en el astillero Martins, en Puerto Ramallo, a 335 kilómetros de Buenos Aires, recordó el navegante. Sin embargo, la reparación se alargó y las cosas no salieron bien.
“Debido a la ya prolongada estadía en inactividad y a la indefinición total respecto al tiempo posible para la reparación de la nave, la empresa pidió nuestro relevo, pero el consulado argentino en Paraguay debe conceder una visa de trabajo y esa concesión, aparte de no tenerse la certeza de que pueda ser posible, llevaría un tiempo de aproximadamente entre 35 y 40 días más para que los sustitutos puedan venir, lo que implicaría que el tiempo de espera será más largo aún”, explicó.
Aclaró que no tienen ningún problema con la firma armadora, Petrolera San Antonio S.A., cuyos directivos está haciendo todo lo posible por relevarnos. Añadió que viven a bordo del remolcador sin ningún problema, aunque con la salud anímica muy deteriorada por la larga estadía. Comentó que tienen esperanzas de la reunión prevista para el próximo martes, entre directivos de la empresa armadora con las autoridades del consulado argentino, para buscar una solución más corta en el tiempo.