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Y hablar de poesía en los tiempos que corren puede parecernos un imposible; sin embargo, una reconocida escritora, Delfina Acosta, nos dice que los poemas están también en las redes sociales. ¡Qué bueno! Y que llegue a los jóvenes que necesitan acercarse y apreciar este género literario. En las librerías, el libro de poemas es siempre un buen regalo para el alma.
La poesía es la depurada manifestación de los sentimientos. En ella las palabras toman vida y se hacen inmortales. Los poemas de Pablo Neruda, por ejemplo, ganador del premio Nobel, son un testimonio inmortal. Recordamos también a Emily Dickinson, exponente encumbrada de la lengua inglesa, que hizo el camino del feminismo a través de sus palabras en verso.
Según Delfina, “la poesía sigue generando el interés de las personas. A mí me dio satisfacciones. Fui declarada hija dilecta de Villeta porque mis obras valieron la consideración y el respeto de autoridades que me darán próximamente este reconocimiento” comentó.
Según la escritora, las vivencias, los personajes de su obra “Romancero de mi pueblo”, con prólogo de Hugo Rodríguez-Alcalá, en donde voy recordando a los personajes más connotados de Villeta, fabulé historias, a través de la imaginación. No podemos hablar siempre de la realidad, la poesía tiene que alzar vuelo y ficción, al igual que el cuento y la novela”.
Delfina está convencida de que la poesía siempre despierta interés y menciona a Gloria Marecos, quien es una poetisa inspirada, Shirley Villalba, que escribe muy bien, y Marycruz Méndez Vall, poetisas paraguayas que aconsejan leer.
“En la poesía se fabula, entran los temas líricos, los sentimientos, los temas capitales, la vida, el amor, la soledad, la tristeza y su contraparte, que es la alegría, y también la muerte. Siempre se escribió de manera libre versos endecasílabos y rimas”, apunta la escritora.
La poesía pasa por la profundidad y la belleza, lo que se dice y cómo se dice. “La poesía como cualquier otro género literario se nutre de la creatividad y llega al lector cuando tiene profundidad, en forma libre o rimada”, advierte.
Delfina aconseja leer “a los poetas que te dicen algo, que te dan las claves de la verdadera poesía, no a los superficiales que quieren ser famosos. Se puede empezar con los clásicos como Federico García Lorca, cuya poesía llega, su poesía tiene ritmo interior, música”.
Conocer lo que dice el poeta paraguayo Elvio Romero, de vertiente social, su poesía es humana y conmueve, al decir de la experta.
Otro autor citado por ella es Jacobo Rauskin, quien escribe poesía y obtuvo el Premio Nacional de Literatura. “Su poesía es sencilla, profunda y dice mucho, hace años que coordina un taller, hecho que hay que valorar porque hay poetas que publican un libro y se encierran, y otros son abiertos y comparten”.
No podemos dejar de mencionar en el Día de la Poesía a Gladys Carmagnola, quien decía con las palabras lo que el corazón le dictaba. Ella, como tantas poetisas, dejó huellas en el Paraguay reciente. Entre los contemporáneos que ya dan que hablar están: Valeria Franco, Estela Asilvera, Cristino Bogado y Alejandra Peña Gill.
Leer poesía es un bálsamo de amor y de vida en tiempos de pandemia. Una perfecta combinación de sentimientos y belleza, una brisa fresca de esperanza que no debiéramos perder jamás.