Cargando...
“Posterior al primer ataque y manifestación frente a la ANR, el comisario Orlando Díaz nos proveyó de balines de goma. Se había solicitado también armas largas, pero debido a la cantidad de servicios no había escopetas disponibles en la Agrupación (de Seguridad a la cual está asignado), por eso traje esta escopeta vieja que yo tenía hace bastante tiempo”, declaró ante la Fiscalía el suboficial Romero.
Si bien el escopetero usó su arma, afirmó que las municiones disparadas no eran letales y que las balas fueron proveídas por la institución policial. “Obra un registro en la Agrupación de Seguridad donde yo retiré esos balines de goma”, sostuvo e hizo énfasis para exculparse en que no se reportaron heridos por sus disparos.
“En todo momento actué dentro de mis funciones, a sabiendas de lo que estaba haciendo y que los disparos con balines de goma los hice a una distancia prudencial, solo en forma persuasiva”, insistió.
Finalmente, dijo que optó por replegarse debido al “ataque” de los manifestantes y luego de que no encontraran respaldo de la patrullera que pasó por el sitio y que tuvo que seguir su trayecto al “ser atacada con piedras”.
Lo llamativo de la declaración del policía es que se alienta la versión de que la sede partidaria de la Asociación Nacional Republicana (ANR) fue “liberada”, pese a ser el punto central de las protestas durante varios días previos.
En tal sentido, Romero relató que no recibieron ninguna alerta por parte de sus superiores o camaradas, ya que se dieron cuenta del “ataque” recién cuando “un grupo de 50 a 60 personas apróximadamente habían atacado la sede del exdiario Patria”.
El hecho de que los agentes asignados tampoco cuenten con las armas oficiales de la Policía para resguardar el sitio también alientan las sospechas sobre el operativo policial.
La Fiscalía sigue indagando si las municiones utilizadas por el agente efectivamente eran persuasivas o eran balas letales, ya que los disparos se hicieron a la altura de la cabeza y cuerpo de los manifestantes.