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Giubi indicó que hace 15 días comenzaron a dejar a las personas en sillas. Dijo que es lamentable llegar a esa situación, pero que los profesionales toman esa opción pues consideran que sería peor enviarlos a sus casas, teniendo en cuenta la gravedad de la enfermedad. “No queremos hacer eso, pero es la realidad actual”, sostuvo.
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En cuanto a la decisión de a qué paciente se le da la cama que llega a habilitarse, dijo: “Si se libera una cama, los colegas ven cuál es el paciente que más requiere. Es la gravedad del caso la que dicta quién va a entrar. Todavía no llegamos al punto, pero podríamos llegar al punto al que le metamos solo al que tiene chance”.
“Cuando un paciente tiene criterios de internación hay que dejarle bajo supervisión médica y los colegas hacen lo que sea para no mandarle a ese paciente, sino que esté por lo menos al alcance de la atención efectiva de un médico. Entonces, ¿qué nos queda? Que espere en una silla mientras se liberan las camas”, explicó.
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“El ritmo de liberación de camas era acorde al número de pacientes que recibíamos, pero cuando se disparó la tasa de contagios, por supuesto aumentaron la cantidad de pacientes que acuden a urgencias y el ritmo de liberación de camas ya no da abasto para ir internando pacientes”, alegó.
El profesional lamentó que esa sea la realidad actual y destacó que se debe a que la crisis sanitaria va en aumento. “El hecho que esté en una silla es lamentable, pero entre que esté al alcance de tratamiento efectivo y que esté en su casa sin asistencia, es lo que nos queda. Es una realidad muy triste que nos causa mucha impotencia. Se da ya por el desborde de todo esto”, dijo.
El Hospital de Clínicas depende de la Universidad Nacional de Asunción, a través de la Facultad de Ciencias Médicas, y desde el inicio de la pandemia recibió ayuda del Ministerio de Salud.
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Giubi sostuvo que el relacionamiento con el Ministerio de Salud mejoró en este 2021. “Mañana se cumple una semana de haber habilitado ocho camas más con aporte del Ministerio de Salud, con equipos e insumos, porque los profesionales los tenemos. El Ministerio de Salud recibió dinero destinado a COVID-19, de eso nosotros recibimos el año pasado G. 20.000 millones, que incluyó recursos humanos e insumos, y después G. 4.000 millones para insumos y recursos humanos”, señaló.
“Ahora estamos recibiendo medicamentos para reforzar las áreas de COVID-19″, añadió.
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Por otro lado, indicó que el ministro de Hacienda sabe acerca de la realidad del hospital: que está desfasado y no condice con las necesidades. “Por eso siempre hay necesidades y falta tal o cual medicamento, eso indefectiblemente se traslada al pasillo del paciente a la pollada”, manifestó.