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El juicio oral y público al expresidente del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) Justo Cárdenas y sus hijos, acusados por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, continuó ayer con la declaración de los testigos de las partes, entre ellos la periodista de ABC Gladys Benítez, quien detalló al tribunal de la causa la investigación periodística realizada en el 2016 sobre el meteórico incremento patrimonial que tuvo el entonces titular del ente estatal.
La comunicadora relató que su investigación se inició en el 2016 cuando estaba asignada a la cobertura del Indert, luego de que una fuente le comentara que Cárdenas tenía en el distrito de Pirayú una estancia a su nombre. “La propiedad es de 556 hectáreas y está evaluada en aproximadamente US$ 3 millones, según los expertos que consultamos, además de las cabezas de ganado, las maquinarias y el eucalipto reforestado que elevan a unos US$ 5 millones el patrimonio en esa propiedad”, indicó Benítez.
Agregó que con el salario mensual de Justo Cárdenas como titular del Indert (cerca de G. 32 millones) era imposible que pudiese adquirir dicho inmueble.
Benítez recordó que el día del allanamiento fiscal en la estancia de Pirayú, llegó con un equipo periodístico hasta el inmueble y pidió permiso al capataz para ingresar. En ese momento de su relato fue interrumpida por Justo Cárdenas, quien le gritó “¡mentirosa!”.
Detalló también que antes de asumir en el Indert, en setiembre de 2012, Justo Cárdenas tenía un vehículo Mercedes 2003. En el 2013 adquirió una camioneta doble cabina y en el 2016 una Nissan Frontier del año.
La testigo que propuso la fiscala Natalia Fúster añadió que el extitular del Indert contaba con otras propiedades, algunas a nombre de sus hijos que en ese entonces tenían 21 y 23 años. Cuando se comunicó con ellos para tener sus versiones, el hoy acusado la amenazó.
En el momento que la testigo estaba relatando que fuentes del entorno familiar le informaron que el padre de Cárdenas llegó a tener varias empresas que quebraron, fue nuevamente interrumpida por el extitular del Indert, quien le gritó: “¡hipócrita! ¡mentirosa!”, por lo que el juez Manuel Aguirre le pidió que guarde silencio.