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El juicio político contra Mario Abdo y Hugo Velázquez fue tratado ayer de tarde, en sesión extraordinaria. La sesión en la Cámara de Diputados incluso fue convocada “a tambor batiente” por los propios colorados para un rápido archivamiento. En ambos casos hubo 42 votos colorados contra el juicio político (Ver el cuadro).
De esta manera los legisladores ignoraron el clamor de la ciudadanía que lleva un año recluida y endeudada mientras el sistema de salud se encuentra colapsado al tiempo que un Paraguay humillado pide vacunas como limosnas a otros países.
Durante la votación estuvieron ausentes el abdista Arnaldo Samaniego y la llanista María López Rotela. La oposición reunió 36 votos, pero para aprobar el enjuiciamiento necesitaban 53 si había 80 presentes.
El libelo acusatorio contra el mandatario fue presentado por la liberal Celeste Amarilla y las acusaciones contra el vicepresidente estuvieron a cargo de Kattya González (PEN).
Estas denuncias fueron respaldadas por diputados liberales, de Patria Querida, el Partido Hagamos e independientes quienes acusaron al Ejecutivo de encabezar una alevosa campaña de corrupción durante la pandemia, con negociados y licitaciones amañadas además de ser responsable de una criminal negligencia para conseguir insumos médicos y las vacunas contra el covid.
Los más férreos defensores del Gobierno fueron el líder de la bancada cartista, Basilio Núñez, y el abdista Roberto González quienes en lugar de refutar el libelo, descalificaron el documento, recordaron supuestos “logros” del stronismo. Al término de la sesión, Núñez dijo que daban otra “oportunidad” al Gobierno para hacer bien las cosas.
Por otra parte, el comandante de la Policía Nacional, comisario general Francisco Resquín, puso su cargo a disposición del jefe de Estado, Mario Abdo, luego de que haya habido reclamos del presidente de la ANR, Pedro Alliana, a causa del ataque que manifestantes hicieron a la sede de aquel partido político, según informó el ministro del Interior Arnaldo Giuzzio.