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Desde Salud habían señalado que podían disponer de las vacunas que fueran obtenidas por el sector privado. No obstante, el empresario Norman Harrison indicó que el sector privado no está obligado a proveer al ministerio. Aclaró que esa disposición fue una resolución planteada por el exjefe sanitario Julio Mazzoleni, pero que no se encuentra vigente.
“Hubo un proyecto de resolución del anterior ministro que no se concretó, no está firme, no hay restricciones para el sector privado”, sostuvo.
No obstante, comentó que existen empresas que están negociando otorgar un porcentaje eventual al Ministerio de Salud como parte de un convenio. Recalcó que la entrega a la cartera sanitaria es una cuestión particular de cada firma.
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Asimismo, indicó que desde el sector privado están haciendo las gestiones para registrar las vacunas en la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) con el objetivo de poder importarlas. En ese sentido, subrayó que resulta complicado para las empresas obtenerlas y aclaró que no se trata de una cuestión de disponibilidad.
El empresario también comentó que desde hace siete meses están negociando de forma directa con las productoras. Asimismo, explicó que lo que retrasa al sector privado en la obtención de las vacunas es la emisión de los certificados que deben ser presentados a los organismos regulatorios de cada país; en el caso de Paraguay, Dinavisa.
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Agregó que el Gobierno paraguayo flexibilizó las gestiones para que el sector privado pueda importar las vacunas a nuestro país.
Harrison indicó que, de forma particular, está negociando con varios laboratorios. Además, resaltó que se prepararon de forma logística para traer las vacunas y que esperan poder obtenerlas para el próximo semestre, cuando se abra el abanico en el mercado.
El presidente de la Distribuidora “La Policlínica” comentó que existen distintos tipos de vacunas que se diferencian según su proceso de elaboración. Al respecto, explicó que las desarrolladas a través del virus inactivado son más eficientes ante casos graves, mientras que las otras producen una inmunidad superior y otros beneficios.
“Existen cuatro clases de vacuna y todas tienen sus puntos débiles y fuertes. Las vacunas tradicionales son las del virus inactivados y eso produce la respuesta inmunológica; ese es el caso de la vacuna china Sinovac, que tiene la menor tasa de efectividad, es del 51%, pero tiene efectividad importante de más del 80% en casos graves. Las del vector viral son de virus menos dañinos, que producen una proteína que es el factor desencadenante de la inmunización del cuerpo; estas son las de AstraZeneca y la Sputnik V. Y la del ARN, que es un virus genéticamente modificado que activa la proteína que te da la inmunización en el cuerpo, que es la vacuna de Pfizer y Moderna; estás tienen 94% de efectividad, también ante las mutaciones. La de Johnson y Johnson es importantes porque tiene una sola dosis”, declaró.
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A su vez, destacó la celeridad en la que se desarrollaron las vacunas anticovid. Al mismo tiempo, refirió que las dosis tuvieron una aprobación de uso de emergencia, pero, aclaró, que de igual forma se cumplieron los procesos necesarios.
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Falta de fármacos
Con respecto a los fármacos, comentó hubo un problema con los precios referenciales. Sin embargo, indicó que se podría solucionar el desabastecimiento en los próximos días. Asimismo, detalló que la deuda del Ministerio de Salud con el sector privado es de alrededor de US$ 180.000.000.
La escasez de los insumos médicos había desencadenado protestas incluso del propio personal de blanco hacia la gestión del Ministerio de Salud, ya que se les complicaba ejercer sus tareas sanitarias. El principal señalado por esta problemática era el ex jefe sanitario Julio Mazzoleni, quien tuvo que renunciar a su cargo, acusado también de la poca gestión para la adquisición de vacunas.
Tras la renuncia de Mazzoleni y ante la problemática de las escasez, Salud había anunciado la adjudicación de midazolam y atracurio, 150.000 y 70.000 dosis, respectivamente. Sin embargo, en algunos hospitales los pacientes siguen utilizando su dinero y apelando a la solidaridad ciudadana para comprar los medicamentos.