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Ciudadanos autoconvocados, trabajadores de bares y locales nocturnos, familiares de enfermos de coronavirus, parientes y allegados de víctimas fatales de la enfermedad y otros, volverán a manifestarse este domingo frente a Mburuvicha Róga en repudio a la gestión del presidente Mario Abdo Benítez.
Este será el tercer día de manifestaciones en Asunción donde desde la noche del viernes se vienen reuniendo grandes multitudes en protestas pacíficas contra el Poder Ejecutivo, al que cuestionan por la corrupción y la falta de previsión en la lucha contra la pandemia.
Bajo los hashtags #EstoyParaElMarzo2021 y #QueSeVayanTodos la convocatoria se extiende en las redes sociales. Además el #FueraMarito es tendencia en Twitter con más de 10.000 menciones.
El viernes en la noche, la manifestación se concentró en el microcentro, en las inmediaciones del Congreso Nacional. La convocatoria terminó en una represión policial en la que se utilizaron balines de goma y gases lacrimógenos para dispersar a quienes intentaron derribar el vallado del perímetro del Palacio de Gobierno. La revuelta dejó como saldo 21 heridos y numerosos daños materiales.
Ayer sábado, la manifestación se inició en el centro, pero posteriormente un grupo de indignados fue hasta Mburuvicha Róga donde realizaron una sentata pacífica. Esta medida de fuerza derivó en una nueva represión policial contra los ciudadanos. La refriega se desató en los primeros minutos de este domingo luego de que un grupo arrojara piedras contra el perímetro de seguridad. Los uniformados debieron despejar la zona y aprehendieron a al menos ocho personas, de acuerdo a los últimos reportes.
En un intento de apaciguar los caldeados ánimos, el mandatario anunció ayer la remoción de sus cargos del ministro Juan Ernesto Villamayor, jefe del Gabinete Civil del Ejecutivo; Eduardo Petta, titular del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC); y Nilda Romero, ministra de la Mujer. Estas destituciones, sumadas a la renuncia del ahora exministro de Salud, Julio Mazzoleni, tenían como fin desactivar las movilizaciones ciudadanas pero no consiguieron aplacar el descontento generalizado que generó el colapso de los hospitales, la falta de insumos y medicinas para pacientes con coronavirus así como el retraso en la llegada de las vacunas y las innumerables denuncias sobre corrupción que salpican a altas autoridades del primer anillo de la administración estatal.