Abdo saca a Petta, Villamayor y Romero buscando aplacar ira ciudadana

El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, informó este sábado que decidió la remoción de Eduardo Petta como ministro de Educación; de Juan Ernesto Villamayor como jefe de Gabinete y de Nilda Romero como ministra de la Mujer en las primeras movidas anunciadas para tratar de aplacar el descontento ciudadano con su gestión. El jefe de Estado ni siquiera hizo una aparición en vivo, sino que hizo el anuncio en un reporte grabado.

Mario Abdo Benítez, hoy.
Mario Abdo Benítez, hoy.Captura de pantalla

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El presidente de la República, quien no se dirigía a la ciudadanía desde el jueves pasado, emitió este sábado por la noche y esperado mensaje. Fue grabado a la tarde y emitido por la televisión pública a las 20:00. En el material, de poco más de seis minutos, el jefe de Estado dijo poco o nada. Se limitó a confirmar un trascendido que se manejaba hace horas: la salida de tres ministros de la cartera estatal.

Eduardo Petta, ministro de Educación; Nilda Romero, ministra de la Mujer y Juan Ernesto Villamayor, jefe de Gabinete Civil, fueron los elegidos para sumarse a Julio Mazzoleni, hoy exministro de Salud, para dejar el equipo del presidente de la República en precisos momentos en los que el segundo día consecutivo de marchas marcaba las movilizaciones en el microcentro de Asunción.

Marito dijo también que el cambio le tocaría a Salud, lo que se puede subentender de dos formas: que considera la salida de Mazzoleni como parte de la reforma; o que también cambiará a Julio Borba, quien interina el cargo desde ayer.

El mandatario no dio todavía los nombres de las personas que reemplazarán a estos ministros, tres de los más cuestionados. Petta por su manejo de la crisis educativa y su desgastada relación con los estudiantes y gremios sindicales de docentes; y Juan Ernesto Villamayor, su mano derecha desde que arrancó su mandato, primero como ministro del Interior y luego como jefe de Gabinete. Villamayor estuvo salpicado por varios hechos de supuesta corrupción.

De nada le sirvió a la seccionalera Nilda Romero ser hurrera. La titular del Ministerio de la Mujer impulsó algo inédito en sus planes zalameros: homenajear al presidente de la República por el Día de la Mujer Paraguaya, el 24 de febrero pasado. Por los reclamos ciudadanos, aparentemente se percató de la tontería que iba a cometer y canceló el evento con el argumento de prevenir aglomeraciones para evitar contagios por COVID.

Los decretos con los nuevos nombramientos y las confirmaciones de las salidas se darían a conocer recién este lunes, según la Asesoría Jurídica de Presidencia.

Frío y casi inexpresivo, el presidente de la República se sostuvo con frases trilladas llamando a la unidad del pueblo y prometiendo que ordenaría que se compren rápido los medicamentos contra el coronavirus y se aceleraría la búsqueda de vacunas contra la enfermedad.

Como si fuera poco, la única mea culpa del jefe de Estado fue decir que “todos podemos cometer errores”, pero que “esos errores se pueden solucionar con más diálogo”. Lo dijo un presidente que se desconectó de la ciudadanía por dos días y no hizo el anuncio siquiera en vivo.

“Renuevo mi compromiso con el Paraguay. Que Dios bendiga a todos”, finalizó el jefe de Estado.

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