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Ayer culminó el proceso oral y público desarrollado de manera online en el marco de la demanda presentada ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el exministro de la Corte Bonifacio Ríos Ávalos. El procurador recordó que el Estado paraguayo debe presentar el 2 de abril los alegatos finales del caso.
Sobre su percepción del juicio, señaló que realmente le sorprendió la intención clara de varios miembros de la Comisión Interamericana de “eliminar o al menos restringir el juicio político a los máximos responsables del Poder Judicial”. Incluso, cuestionó que un perito haya menoscabado el poder de los miembros del Poder Legislativo.
“Hay gente que cree que van a empezar a diseñar ellos nomás las nuevas estructuras y el pueblo o los constituyentes, nada… Pero es una intención de ellos nomás, no creo que sea aceptada por la Corte”, añadió.
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El procurador hizo énfasis en que no se puede modificar nada relacionado al juicio político porque es una acción prevista por la Constitución Nacional, como ley suprema del país, y ningún tratado u organismo internacional estarán sobre la Carta Magna.
“La Constitución no puede ser modificada sin los constituyentes paraguayos, solo ellos tienen la potestad. Eso vamos a pelear, no se va a permitir que ningún extranjero venga a decirnos cómo hacerlo”, garantizó.
Por otra parte, señaló que la discusión política que se generó en el juicio oral es interesante a nivel teórico, no así a nivel práctico. Así también, resaltó que se debe proteger la garantía que tiene el Paraguay de nombrar a sus altos representantes y de sacarlos a través de procesos políticos cuando no se ajusten sus actos a la Constitución Nacional, que prevé la honorabilidad de los altos magistrados.
“Todos los cargos requieren la notoria honorabilidad, no solamente ser sino también parecer. Por eso está la causal de mal desempeño. La notoria honorabilidad solamente se exige a los ministros de la Corte, por lo que ellos representan en el ejercicio de la Justicia”, puntualizó.
Cabe recordar que Bonifacio Ríos Ávalos fue destituido vía juicio político por mal desempeño en sus funciones, junto con su entonces colega Carlos Fernández Gadea, quien falleció años después por una enfermedad. El hijo de este último también se presentó a declarar como testigo y defendió la honorabilidad de su padre, por lo cual pidió que se limpie su nombre en este juicio.