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En la conferencia de prensa semanal organizada por el Ministerio de Salud, el ministro Julio Mazzoleni respondió al pedido de los senadores de que presente su renuncia por la falta de gestión efectiva tanto suya como de su entorno.
Este jueves el Senado aprobó un proyecto de resolución en el que se insta al ministro de Salud, al viceministro Julio Rolón y al director general de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, a presentar sus renuncias a sus cargos respectivos a raíz de la crisis que actualmente se vive en los hospitales públicos debido a la falta de medicamentos para combatir la covid-19.
Según argumentó el ministro Mazzoleni, el pedido de su renuncia por parte del Senado se da “en una situación que, con algunas excepciones, no hay conocimiento de la problemática arrastrada enorme de salud, y creo que ignora una situación mundial, un mercado distorsionado y volátil que para un país como el nuestro representa un desafío más grande” a la hora de adquirir insumos.
Dijo que no aceptará el pedido de renuncia “por el respeto que le guardo a cada uno de los funcionarios” del Ministerio de Salud.
El titular de la cartera de Salud dijo que la situación de muchas familias de pacientes con covid-19 que tuvieron que comprar “de bolsillo” medicamentos que tendrían que ser proveídos por el sistema de salud pública “es una circunstancia que nos duele a todos”, señalando que Paraguay sigue siendo “uno de los países con mayores gastos de bolsillo” de pacientes, pero indicó de nuevo que es “un problema arrastrado desde hace mucho tiempo”.
Opinó que esa situación “representa una deuda histórica que nos hace un llamado a todos los paraguayos a apostar de una vez por todas por una inversión en salud que sea duradera”.
El ministro se refirió, sin dar detalles específicos, de “críticas no válidas” que vienen de “diversos intereses” de corte político, y afirmó que “necesitamos respaldo y es hora de mantenernos unidos en un momento muy difícil que requiere de gente que aporte más que de la búsqueda de culpables”.
Se refirió a los constantes cuestionamientos por la baja ejecución de los fondos de emergencia asignados al Ministerio de Salud para hacer frente a la pandemia, argumentando que “el pago en la ejecución no es necesariamente la expresión más correcta de una buena administración” y afirmando que hay grandes montos ya asignados a rubros como la compra de vacunas que no pueden ejecutarse hasta que estas estén disponibles, además de fondos asignados a adquisiciones de equipos, tercerización de terapia intensiva o mantener los salarios de funcionarios de la salud, entre otros.
Atracurio y midazolam
Los fármacos atracurio y midazolam, utilizados para sedar a pacientes con respiradores en terapia intensiva, han estado en el centro de la polémica esta semana, ya que su escasez fue la que generó la crisis que llevó a protestas generalizadas de trabajadores de la salud y los pedidos de renuncia de las autoridades sanitarias.
El ministro Mazzoleni comentó que el consumo de atracurio casi se ha cuadruplicado durante la pandemia, siendo usado en las casi 300 camas de terapia intensiva del país.
Afirmó que hay contratos abiertos para la adquisición del fármaco, pero los proveedores no han podido honrar esos contratos, agregando que hay procesos de compras internacionales en marcha.