Cargando...
Varios familiares de pacientes internados por COVID-19, impotentes y desesperados ante la crítica situación del sistema de salud, confirmaron hoy que se están vendiendo en las calles medicamentos de IPS, Clínicas y del propio Ministerio de Salud que se roban todos los días.
Al respecto, la Dra. Marta Marecos, quien tiene a su hermano internado en el Ineram desde hace 15 días, señaló que la manifestación que encabezan es en nombre de todos los paraguayos. “Es una lucha nacional para medicación de todos los paraguayos. Si en este lugar, en el Ineram, no hay medicamentos, no quiero pensar lo que está sucediendo en el interior, porque en el interior la gente no tiene ni para su pasaje para venir. Están muriendo las personas en el interior”, manifestó.
Lea más: En medio de llanto, urgen medicamentos al viceministro Julio Rolón
“Mi hermano está internado acá (Ineram) hace 15 días y estamos gastando casi más de G. 60 millones. Hay una mafia de medicamentos. En las cadenas farmacéuticas grandes conseguimos estos medicamentos como atracurio por G. 100.000 o G. 115.000 cada uno, de los cuales se nos pide cada día 40 ampollas, que vienen a ser G. 4 millones en un solo medicamento”, explicó.
“Hay personas que nos venden en las calles estos productos, tanto de uso exclusivo del Ministerio de Salud como de IPS. Les digo a todos los paraguayos que cuiden lo que estamos haciendo porque están robando medicamentos de estos lugares”, sostuvo.
Lea más: El contrabando, el único recurso ante la falta de medicamentos en el sector público
De acuerdo a los datos recabados en el Ineram, el modus operandi implica a familiares que compraron los medicamentos de funcionarios del ministerio. También hay testimonios sobre la compra de dichos insumos en farmacias pequeñas situadas en las inmediaciones del hospital. Indicaron que los “vendedores” no se identifican y tienen contacto con otras personas que se encargan de avisar a los familiares de dónde se pueden conseguir los medicamentos.
Un grupo de familiares también reconocieron que compran los medicamentos atracurio y midazolam que ingresan de contrabando desde Clorinda, pues alegan que es la única alternativa para acceder a estos a precios más accesibles.