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CURUGUATY, departamento de Canindeyú (Rosendo Duarte, corresponsal). La polémica surgió ayer cuando se viralizó una grabación de voz a través de WhatsApp en la que una mujer residente en esta ciudad, hablando en idioma portugués, prohibía a los trabajadores de su estancia expresarse en guaraní, uno de los dos idiomas oficiales de nuestro país.
Después se supo que se trataba de Janice Neukamp Haverroth, una empresaria sojera, brasileña con ascendencia alemana, quien vive desde hace más de 23 años en el país. Tiene varios inmuebles y fincas arrendadas, en varios departamentos.
En dicho audio se escucha que saludaba a sus trabajadores –por medio de WhatsApp– y que luego expresaba su preocupación y la de un compañero llamado Aldo.
“Quiero comunicar algo que nos está molestando muchísimo en la estancia, en los trabajadores: el tema del guaraní. Nosotros llegamos cerca de las personas y todos hablan en guaraní y siguen hablando como si fuera nada”, indicó.
Siguió diciendo que ellos no hablan en el idioma alemán frente a los funcionarios porque cree que hacerlo así “es feo”.
“Yo no quiero hablar en guaraní porque no me importa, creo que el portugués y el español ya están bien para mí. Entonces, a partir de hoy está prohibido hablar en guaraní en la estancia. Ustedes están escuchando: prohibido. Solo vamos a hablar en portugués y en español, que son los idiomas aquí en Paraguay”, señalaba.
Neukamp habría enviado la mencionada advertencia a los trabajadores de la estancia “Luz Bella” del departamento de San Pedro, donde pidió a todos los obreros pasar por su oficina a pedir sus liquidaciones si no están dispuestos a cumplir su orden de no volver a hablar el guaraní.
Disculpas y manifestación
Rápidamente el audio recorrió las redes sociales y tuvo una amplia repercusión en los medios de comunicación masiva del país. Janice Neukamp cerró la línea de su celular para no atender las llamadas de los periodistas que querían obtener su versión sobre el audio.
Ante las protestas, la empresaria pidió disculpas y dijo que su única intención era limitar tonterías en el uso del sistema de comunicación radial que poseen en su hacienda.
“Me siento paraguaya, tengo hija paraguaya y trabajé mucho tiempo como voluntaria en el hospital de Curuguaty, ayudé a mucha gente y sigo ayudando porque me siento bien acá”, refirió Neukamp y pidió perdón a las personas que se hayan ofendido por sus dichos. “Fue un malentendido y pido perdón a todo el mundo. Nunca tuve la intención de ofender”, aseguró.
Su contundencia en proscribir el uso del guaraní provocó reacciones adversas. En Curuguaty una multitud se congregó frente a su residencia ayer para participar de un ruidoso repudio, que incluyó colocación de papel higiénico en la entrada y grafitis, cánticos de protesta, números musicales y lanzamiento de huevos contra el inmueble.