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En comunicación con ABC Cardinal este martes, el director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente “Juan Max Boetner” (Ineram), el doctor Felipe González, habló de la situación de desabastecimiento general de insumos necesarios para tratar a pacientes graves con covid-19 en las instituciones sanitarias públicas, y del desgaste mental que esa situación causa en su persona y los trabajadores a su cargo.
El doctor González reveló que puso a disposición del ministro de Salud su cargo, señalando que su edad y el hecho de que tiene comorbilidad hacen que le preocupe su familia.
El director del Ineram, el principal centro de atención para pacientes con covid-19 en Paraguay, dijo que tanto los hospitales como la Dirección de Insumos Estratégicos del Ministerio de Salud Pública, la entidad encargada de proveer de insumos y medicamentos a las instituciones de salud, se encuentran “con las manos atadas” ya que las empresas farmacéuticas no se presentan a los llamados a licitación hechos por el Ministerio de Salud para la provisión de medicamentos.
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Se refirió a lo que describe como una “guerra” en la región “donde todos buscan el mismo bien”, una guerra en la que Paraguay se ve en desventaja debido al hecho de que es un país mayormente importador de insumos médicos, sin la capacidad de producir internamente los medicamentos necesarios en el volúmen requerido.
“Necesitamos que los pacientes que entran a asisencia respiratoria reciban opiáceos y relajantes musculares para que no luchen con el aparato, si no tenemos relajantes no podemos dejarles quietos, dormirles, van a estar semidespiertos luchando contra el respirador”, comentó el doctor González.
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Ante la falta de provisión de esos fármacos, los hospitales públicos se ven obligados a pedir a los familiares que consigan por su cuenta los fármacos en el sector privado, algo que puede resultar en gastos de decenas de millones de guaraníes.
El doctor González expresó también su preocupación por el reinicio de las clases presenciales en colegios de todo el país, señalando que con la “liberación” de un nuevo colectivo de personas a actividades con riesgo de contagio, con un sistema sanitario ya al borde del colapso, la situación podría volverse “insostenible”.