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Levi destacó que los derechos de las personas están pensados en la Constitución para que sean protegidos cuando hay una afectación a esos derechos. “Cuando estamos en una situación como esta, hay dos intereses: el interés público general, que es el de la salud pública, y el interés público, que es el de la salud de las personas, la privacidad”, indicó.
“Aunque se diga que la intimidad forma parte de un derecho que hay que proteger, aún así, el interés general va a primar, porque eso dice la Constitución. El interés general en este caso es la transparencia de los recursos en un tema de salud pública, que es la pandemia. Pero en este caso, tampoco se puede decir que hay un conflicto, porque aplicar una vacuna a una persona para protegerle, de ninguna manera puede significar una afectación de su intimidad”, manifestó.
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Aclaró que la intimidad de una persona respecto a su salud podría estar siendo violada si es que se tiene, por ejemplo, acceso a información del centro que combate el Sida, o de personas que tienen algún tipo de enfermedad crónica. En ese caso, sí estaría afectando su intimidad, según explicó el profesional.
“Los datos estarán disponibles para su control, en este caso no se está hablando sobre cuál persona tiene tal enfermedad. Todos los ciudadanos del Paraguay tenemos derecho a recibir esa vacuna, simplemente se establece un criterio humanitario para poner en primer lugar a las personas que están en el frente de la cuestión sanitaria y a las personas que están con mayor riesgo. Es por una cuestión humanitaria y no porque el resto no tenga derecho”, señaló.
Además de la lista que será publicada en la página oficial del Ministerio de Salud, la ciudadanía se organizó y preparó una lista paralela con el objetivo de garantizar que los 2.000 primeros vacunados sean realmente personal de blanco. Esta lista paralela está siendo difundida por Twitter.