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Olga de Jesús Feliciángeli fue hallada muerta ayer de tarde en su habitación en un condominio ubicado en la calle Luis Santiviago casi avenida Mariscal López, en Asunción.
La fiscala Claudia Aguilera, que investiga el caso, dijo que recién terminaron el procedimiento de colección de datos, la inspección del cuerpo y del sitio cerca de las 02:00 de este viernes.
“Hoy vamos a tener más información: del circuito cerrado, de las llamadas telefónicas no solo de ella sino de las personas que le rodean. Hipótesis sobre una persona no tenemos”, sostuvo hoy en conversación con ABC.
Existe una serie de trascendidos sobre quién pudo haber cometido u ordenado el crimen, pero la agente insistió en que no hay una línea única de investigación cuyas posibilidades van desde el homicidio, el feminicidio, hasta el suicidio.
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En este contexto, dijo que las imágenes del circuito cerrado del sitio serán muy útiles para poder conocer qué pasó. También contó que el teléfono de la víctima no fue encontrado en el lugar, pero que de igual manera pueden obtener el cruce de llamadas, lo que será importante para dilucidar el hecho.
De acuerdo con el informe policial, la empleada doméstica de la casa, Zulma Morel Zárate (39 años), llegó al lugar a las 9:00 de ayer y notó que la puerta principal estaba semiabierta, pero sin rastros de haber sido forzada, lo que le llamó la atención.
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Ya a las 16:00, como Olga no salía de su pieza, Morel se comunicó con un hermano de la mujer, quien le autorizó a entrar a la habitación. La trabajadora se encontró con una terrible sorpresa al ver a la mujer muerta, ensangrentada en el cuello y un cuchillo de unos 25 centímetros en uno de sus costados, sobre la cama.
Según la fiscala, la empleada no entró antes a la pieza porque la fallecida acostumbraba levantarse a las 14:00 todos los días porque se dormía a la madrugada y no quería que se la despertara antes. Esto fue corroborado por sus familiares.
En Criminalística de la Policía también analizarán si en el cuchillo quedaron huellas que podrían conducir a alguna persona. “Está un poco difícil todavía explicar y decir para dónde vamos. Queremos tener más datos”, finalizó la fiscala Aguilera.